Marcos Rodrigué administra campos por más de 30 mil hectáreas en el norte de Chaco y en la zona de Laboulaye (Córdoba). Es además el vicepresidente de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea). Profundo conocedor de campos de distinta aptitud agrícola, compartió con La Capital su receta para este nuevo ciclo. Campaña anterior: "Nos fue muy bien. Aumentamos un poco el área, alrededor del 10%. De todos modos, no estamos desesperados por alquilar campos. Si aparecen, los tomamos. La idea es tratar de dividir los riesgos. Los bajos precios de los cereales suben los riesgos y reducen los márgenes de ganancia. Vemos que los dueños de los campos con el mismo ingreso necesitan más para vivir y por lo tanto piden más dinero por los alquileres". En cuanto a trigo, hicimos una apuesta fuerte: 7.000 hectáreas en el norte de Chaco y Santiago -para logar cobertura- que cosechamos en octubre y vendimos con diferencial de precios. En el arco de Marcos Juárez e Inriville (Córdoba) con trigo tomamos posición de precios". Tecnología: "Los trigos franceses hicimos muy poco, porque nosotros vimos que no hay diferencias de rendimiento notable. En el área de Necochea, Bahía Blanca pueden funcionar, pero no en la zona que nosotros trabajamos. Los probamos inclusive con riego en la zona de Río Segundo (Córdoba) nos dieron menores rindes que la variedad "Don Enrique", que es muy sana y no necesita fungicida". El 95% de la superficie implantada con maíz la hacemos con variedades BT. Hicimos 7.000 hectáreas en el sur de Córdoba, Marcos Juárez y Monte Buey, La Francia y Villa del Rosario. La semilla es más cara, pero el diferencial de rendimiento es muy alto, aún con poca agua. Hay que reconocer que los maíces especiales no son para todo el mundo. En este sentido, estamos pensando en incorporar alguna compañía para que participe con el aporte de productos de vanguardia como maíces colorados o de alto contenido oleico. Campaña 2001/02: "Hacemos trigo para tener caja caja en diciembre y para la rotación. En siembra directa, este cereal permite una buena rotación y da cobertura de rastrojo importante. Después hacemos soja en el 60% de nuestra superficie. Sembramos sojas del grupo IV, hasta en Santiago del Estero, y del grupo V. Hacemos pasturas en campos de Inriville que están alquilados para cría. Embolsado: "Esta metodología crece día a día. Antes no estaban las máquinas y ahora las hay hasta por 5.000 pesos. El costo es bajo, de tres dólares la tonelada, cuando en plena campaña gruesa el flete costaba unos 28 pesos a Rosario desde Charata. Nosotros este año no paramos nunca la cosecha gracias a esto, tuvimos en funcionamiento tres embolsadoras. En Chaco y en Santiago son muy utilizadas, ya que son una alternativa frente a la escasez de camiones. El año pasado metimos soja con 18º de humedad y la sacamos a los tres meses y estaba perfecta. El maíz es más susceptible a enfermedades, lo hacemos mayoritariamente con soja. Esta nueva modalidad le permite al productor vender mejor y acota el riesgo.
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