La economía nacional brasileña está pasando un momento muy difícil como consecuencia de una crisis energética que podría obligar al vecino país a apagones de más de cuatro horas diarias a partir del mes que viene. El racionamiento del consumo de electricidad frenará el crecimiento económico del socio del Mercosur llevándolo a un índice del 2,5 por ciento, cuando se esperaba un 4 por ciento para este año. Los apagones podrían prolongarse hasta fines de noviembre y provocar la drástica caída de la producción industrial con la consecuencia de más de 800 mil bajas en materia de empleo. La causa de la crisis, que según aseguran, podría haberse previsto y por ende solucionado, es una prolongada sequía que no se vive en Brasil desde hace 40 años.
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