Un suboficial que prestaba servicio en la policía rosarina se encadenó la mañana de ayer en la puerta de la ex Jefatura en reclamo del cobro de su jubilación por invalidez ya que una bala de escopeta disparada por otro agente le atravesó la espalda y le provocó incapacidad para continuar prestando servicio. Pocas horas después, fue recibido por el ministro de Gobierno, Angel Baltuzzi, y decidió levantar la medida.
Luis Mario Morbiato es un cabo primero de 39 años que revistaba en el Cuerpo Guardia de Infantería. Su calvario comenzó hace once años. En septiembre de 1989, Morbiato patrullaba la zona sur de la ciudad en el móvil 217 junto a dos compañeros. Cuando el vehículo llegó al barrio Las Flores, a uno de los efectivos se le escapó un disparo aparentemente en forma accidental.
El policía que gatilló la escopeta, según Morbiato, es el cabo Velázquez que entonces cumplía funciones en la Guardia Rural, con asiento en Vera y que, según el encadenado, "estaba borracho" cuando se disparó el balazo. A partir de este momento comenzó una odisea: nueve perdigones que ingresaron en su cuerpo le provocaron cuatro hernias de disco, por lo que debió ser operado.
A pesar de las lesiones, Morbiato trabajó hasta 1996, cuando nuevamente fue intervenido quirúrgicamente. Después de la operación, el suboficial no volvió a trabajar porque lo jubilaron por "incapacidad total y permanente".
Sin embargo, nunca logró cobrar el beneficio porque los expedientes "se perdieron increíblemente" en la Caja de Jubilaciones de la provincia. "Mi abogada de Santa Fe reclamó el subsidio por el accidente en servicio, que no me pagaron, el ascenso y la incapacidad, pero me contestaron que no podían tramitar el expediente por invalidez porque estaba presentado fuera de término", sostuvo Morbiato.
Un compromiso del ministro
Cansado de peregrinar en vano por los diferentes pasillos de la burocracia santafesina, ayer a la mañana decidió encadenarse vestido con su uniforme policial en la puerta de la ex Jefatura con un reclamo concreto: que el ministro de Gobierno, Angel Baltuzzi, lo reciba para plantearle su situación.
Morbiato estuvo una hora con sus pies engrillados ante la mirada de los efectivos del destacamento Nº22 que funciona en la delegación del gobierno provincial hasta que el ministro lo recibió.
En el cónclave, según contó el suboficial, el funcionario se comprometió a "resolver el problema", aunque no lo conocía". "Baltuzzi me dijo que iba a investigar por qué se perdieron los expedientes y el no reconocimiento de la incapacidad".
Actualmente el suboficial cobra 281 pesos en concepto de adelanto de la jubilación, pero no tiene los beneficios de Iapos, porque, según él, existe una disposición provincial que establece que un efectivo que "pasó a retiro por accidente de trabajo no puede gozar de esos beneficios".
Morbiato trabajó durante 12 años en la policía y en ese tiempo sobrevivió "pescando, haciendo changas, o trabajando de sereno en el galpón de un amigo". Ayer, luego de la reunión con el ministro Baltuzzi, se fue "satisfecho" con la esperanza de que el gobierno provincial resuelva "su problema" y pueda vivir dignamente con su jubilación por invalidez.