Walter Gasparetti
Bouquet. - Con un subsidio de la Nación de 25 mil pesos, una casa que estaba deshabitada y cinco mujeres desocupadas, pero con experiencia en la confección de prendas, la comuna de este pequeño pueblo del departamento Belgrano inició un emprendimiento textil dedicado a la confección de prendas de trabajo que vende a otras comunas y empresas privadas. "Para nosotros el secreto estaba en la comercialización porque contábamos con la experiencia de trabajo de un grupo de mujeres que desempeñaba esta misma función en una firma de la localidad que ya no existe. Por eso salimos al mercado y ganamos en precio y calidad", explicó a La Capital el presidente comunal Guillermo Cornaglia. En efecto, a partir de la experiencia de trabajadoras que estaban dispuestas a iniciar alguna actividad, la comuna se puso en contacto con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y obtuvo un subsidio de 25.000 pesos. A esta cifra le sumó algunos aportes propios y se lanzó a crear una empresa textil en el pueblo. El primer pedido fue de la propia comuna que renueva dos veces al año las prendas de trabajo de los empleados comunales. Pero inmediatamente comenzaron los pedidos de comunas vecinas, y ahora se suma el interés del sector privado que también muestra interés en el nuevo emprendimiento. "Ahora hay un establecimiento que pretende hacer un pedido que es demasiado importante para la actual estructura fabril. En caso de tomarlo vamos a tener que ampliar la cantidad de trabajadores", acotó Cornaglia. La pequeña fábrica de confección de prendas funciona en una casa que anteriormente era una sodería, ubicada en una zona céntrica de la localidad, a apenas dos cuadras de la sede comunal. El inmueble estaba deshabitado y requirió la realización de algunos trabajos de refacción para dejarlo en condiciones. "Queríamos fomentar una actividad que empleara a desocupados de Bouquet y conseguimos canalizar a cinco trabajadoras sin empleo para fabricar ropa de trabajo. Iniciamos la actividad con poco personal pero vemos con felicidad que el negocio tiene buenas perspectivas", añadió el titular de la comuna de este pueblo de 1.400 habitantes. La empresa comenzó con un aporte total de 40.000 pesos que permitió la compra de máquinas especiales para la confección de pantalones y camisas de trabajo. Las autoridades comunales estudian ahora la posibilidad de ampliar el negocio con la confección de indumentaria deportiva. A fines de 1998 La Capital dio a conocer por primera vez el impulso de microemprendimientos en esta comuna a través de los fondos aportados por Subsecretaría de Desarrollo Social de la Nación. De esta forma se puso en marcha una fábrica de cajones para abejas y diversos invernaderos donde se producen vegetales y hortalizas. Unos veinte emprendimientos permitieron la creación de actividades productivas y, además, lograron disminuir el índice de desocupación que, en esta localidad, fue ocasionado por el avance de la tecnología aplicada a la producción agropecuaria. El programa consistió en la entrega de cien mil pesos por parte del Estado, que se sumó a un aporte de 34 mil que realizó la propia comuna para la creación de un fondo de préstamos que se renueva para otras actividades productivas.
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