"¿Quién sos vos?, ¿Por qué estás sacando fotos?, ¿Quién te dio permiso?". Las preguntas apabullaron al fotógrafo de La Capital en el momento que registraba con su cámara el descampado donde cayó herido de bala Sergio Rivero el pasado 26 de mayo. Mientras el dedo índice del reportero apretaba el obturador un grupo de hombres se arremolinó a su alrededor pidiendo explicaciones. Todo no pasó de un susto que fue superado cuando el cronista explicó a los vecinos los motivos de la presencia de su compañero en el lugar. "Sabés que pasa, aquí todos vivimos con miedo y en la canchita estaban mis hijos. Yo no quiero que nadie les saque fotos sin mi permiso", dijo un padre disculpándose. El temor que lo acompañaba era el mismo que sienten las mujeres que efectuaron la denuncia contra "Los monos", que pidieron por favor que sus nombres y fotografías no sean publicadas.
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