El nivel alcanzado por la inseguridad en Rosario da para el asombro. Una prueba de ello fue lo ocurrido ayer cuando un móvil de LT3 que había ido a cubrir el robo a la Asociación de Empleados de Comercio de repente tuvo que desviar su objeto de información para darse un lujo hasta ahora poco frecuente en periodismo: relatar en vivo un arrebato que se producía en Corrientes y Urquiza, a 50 metros del anterior.
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