La misma hora. El mismo lugar. El mismo delito. La forma casi idéntica en que fue cometida una serie de violaciones en la zona noroeste terminó vinculando todos los casos en un punto común: el mismo acusado. José Luis Figueroa, el hombre de 32 años que cayó en una trampa de las Tropas de Operaciones Especiales y la comisaría 20ª. El hombre terminó preso como un presunto violador serial y ayer se negó a declarar cuando dos jueces penales de los Tribunales rosarinos quisieron indagarlo. Se estima que hoy lo hará en otro.
Los casos por violación que tienen a Figueroa como imputado son cuatro y tienen idéntico desarrollo. El violador se ganaba la confianza de las víctimas pidiendo ayuda o alegando que corría peligro. Actuaba de madrugada. Pedía que lo acompañaran a un descampado junto al arroyo Ludueña y ahí cometía los ataques. En otros casos, directamente amenazaba a las mujeres con un cuchillo sin valerse de excusas. Siempre andaba en una bicicleta y buscaba a sus víctimas en los barrios del extremo noroeste de Rosario. Se cuidaba de que no le vieran la cara.
Figueroa fue detenido el sábado por las TOE sobre calle Garzón, bajo el puente de la avenida Sorrento, a pedido de un juez. Lo apresaron cuando atacó a una mujer policía enviada como señuelo al barrio donde cometía sus tropelías. Entonces los agentes secuestraron el cuchillo y la bicicleta que tenía Figueroa. Al día siguiente, al allanar la vivienda que el hombre ocupaba frente a la zona donde cometía los vejámenes, le incautaron otro rodado de los descritos por sus víctimas: es color rosa.
Ayer el acusado fue indagado por el juez de Instrucción Nº 4, Jorge Eldo Juárez, y el Nº 11, Carlos Triglia. En ambos casos se abstuvo de declarar, algo que los investigadores preveían ya que al momento de ser detenido, Figueroa dijo: "Ya estuve en un juicio y sé lo que tengo que hacer". El presunto violador también fue citado por el juzgado de Instrucción Nº 9, a cargo de Carlos Carbone, secretaría de Sergio Donato, adonde se presentaría hoy.
Los dos últimos casos
En el juzgado de Triglia, secretaría de Juan J. Tutau, se acumulan los dos casos más recientes. Según fuentes judiciales, una de las denuncias fue radicada el 26 de mayo por una joven de 19 años que a las 6.30 de ese día fue atacada en Gambeta y Olivé. El agresor apoyó un cuchillo en su cuello y la transportó en una bicicleta rosada hasta un descampado junto al arroyo Ludueña, donde obligó a la chica a mantener sexo oral, anal y vaginal. Antes de liberarla le robó el dinero y una campera.
Al día siguiente otras dos jovencitas de 14 y 18 años fueron interceptadas en Cavia y Gallardo. El hombre se acercó y pidió que lo acompañaran porque lo seguía la policía. Luego sacó un arma, las trasladó hasta el lugar de los ataques y las sometió a todo tipo de vejámenes. En ambos casos, se encargó de impedir que observaran su rostro.
Según trascendió, el acusado no quería presentarse al juzgado de Triglia porque este juez lo había procesado en 1997 por un hecho similar (ver aparte).
Figueroa es un albañil nacido en Ezeiza, provincia de Buenos Aires. Su fama de conflictivo (llegó a denunciar a su defensora) y sus antecedentes por tentativa de violación, abuso deshonesto, violación de domicilio, hurto, robo calificado y privación ilegal de la libertad -desde 1993 a la fecha- completan el perfil del detenido.