Isidoro Gilbert
Nueva York (especial).- Un importante declive del riesgo país puede ser leído como la reacción favorable que tuvieron los operadores de Wall Street para recibir el megacanje anunciado por el ministro de Economía Domingo Cavallo. De todos modos, la operación, que resultó francamente espectacular, no alcanzó para acabar con cierto escepticismo de los inversores que hacen negocios con la Argentina desde este centro financiero mundial. ¿Cuales son las reservas? Primero, ver si vienen realmente los tiempos de la reactivación, aunque no se aguardan medidas especiales o de resonancia. Entre los operadores hay quienes creen que la crisis Argentina es una consecuencia de la devaluación del real y las dificultades del gobierno argentino para impedir frenar el gasto público. Pese a estas apreciaciones, estos operadores estiman que el canje es sin duda un respiro que permitirá ir saliendo de una meseta de tres años de duración. Pero hay opiniones más pesimistas: "El canje -le dijo un operador a La Capital - alejó el fantasma de la cesación de pagos pero no lo eliminó del todo. Si se quiere -añadió- hay menos dudas a corto plazo, pero no sabemos que ocurrirá en el largo plazo". Cavallo logró ayer que se cumpliera con una de sus profecías, aquella que indicaba que quienes apostaran contra Argentina terminarían perdiendo dinero. Así pasó. Algunos fondos de inversión quisieron especular contra la Argentina en el convencimiento de que todos los demás operadores iban a cantar la misma melodía. Ello no ocurrió así, como ya se vió. De todas maneras, cantar victoria antes de la gloria es mala consejera. Una voz apreció que la falta de confianza que hubo durante tanto tiempo, no se esfuma de un solo golpe, en un solo día. "Hay que esperar que pasará con la solvencia fiscal, esa será una de las preocupaciones futuras", apreció. La otra cuestión es el crecimiento, cómo seguirá la recaudación luego de la buena performance de mayo, de qué manera Cavallo consigue que los impuestos se paguen. Hay algo cierto: nadie cree que el PBI se empinará rápida y en forma persistente, lo cual sería un verdadero éxito. Ayer los operadores coincidían también en que sólo el gobierno de Fernando de la Rúa habla de grandes proyectos. Como saben que la Argentina carece de fondos, no creen que pueda ocurrir algo espectacular. Cavallo goza de crédito porque, según sostienen, encontró un país en estado calamitoso y ahora tras el canje ven a un enfermo grave sale de terapia intensiva. Aunque no faltan optimistas, son muy escasos quienes creen que el pasado es eso, sólo cosa del pasado.
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