Año CXXXIV
 Nº 49.138
Rosario,
martes  05 de
junio de 2001
Min 13º
Máx 16º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





La vedete debutó en Buenos Aires en su primer papel protagónico
Laura Fidalgo: "En el escenario quiero ser la número uno"
La actriz, cantante y bailarina fue la primera vedete de los últimos shows de Enrique Pinti

Marcelo Menichetti

Con apenas veintiséis años Laura Fidalgo consiguió imponer un nuevo estilo como vedete y ayer debutó como coprotagonista de "Angeles desnudos" en el teatro Maipo de Buenos Aires. Lejos de las aparatosas mujeres que luchan por lograr movimientos armónicos con tanta silicona y colágeno aplicados a distintas regiones de sus monumentales anatomías, la joven actriz, cantante y bailarina muestra una figura grácil y armónica, y baila, canta y actúa con natural soltura. No es casual entonces que un coreógrafo y director exigente com Ricki Pashkus la haya seleccionado entre más de 500 aspirantes a encabezar el cuerpo de baile del show "Pinti canta las 40 y el Maipo cumple 90" que el capocómico estrenó en 1999. En aquel espectáculo se produjo el descubrimiento de Laura Fidalgo como una estrella naciente y "Pericón.com.ar" le sirvió a la artista para refirmar sus pretensiones de protagonismo.
Ella no parece muy conciente del lugar que ocupa en el show bussines argentino y sigue soñando con el futuro impulsada por la inacabable energía de su juventud. "Mi sueño era llegar a ser una bailarina profesional. Nunca soñé con ser vedete sino que mi objetivo era bailar clásico" confiesa durante un distendido diálogo que mantuvo con Escenario .
-¿En qué momento se reveló su destino de vedete?
-A medida que fui creciendo le fui encontrando sentido y valor al arte. Comencé en el ballet municipal de Avellaneda. A los 16 debuté en televisión haciendo "Tato de América". Paralelamente también trabajaba como modelo con Dotto. Hice otros programas como "Jugate con todo" y en "Badía y compañía". Hace tres años fui a una audición donde conocí a Lino Patalano y me seleccionaron entre unas 500 chicas. Cuando me enteré que había sido elegida me dije: "Bueno, siempre y cuando respeten lo que quiero, como soy y lo que yo creo que realmente va, adelante". Pero no sabía que era para trabajar al lado de Enrique Pinti.
-¿Y cómo fue el tema del desnudo que exigía aquella obra?
-Sinceramente nunca había hecho ni topless en un playa. Nunca me llamó la atención desnudarme. Me parece mucho más sensual una mujer con una bikini que totalmente desnuda. Y cuando me lo propusieron hice un balance preguntándome dónde y con quién estaba. Por eso es muy importante el tema de la gente que te rodea. Yo me dije: "Acá estoy súper cuidada". Para ser vedete hay que cumplir varios requisitos: primero sentirte mujer y poder demostrarlo y exteriorizarlo; después tener una personalidad fuerte y marcada y finalmente, tener un estudio.
-¿Dónde sitúa el límite de su carrera?
-Ahora quiero disfrutar el día a día. Pienso en el futuro porque recién comencé hace tres años y medio y mis sueños todavía están muy lejos de todo esto. Cuando llegue el momento diré me bajo y daré las gracias a todo el mundo. En este momento también hago "Propiedad Horizontal" en Canal Azul. Me interesa la parte actoral y el canto: por el futuro. Pero por ahora no me cuestiono lo que está tan lejos porque, por suerte, me va bien y para eso me preparo y espero que me vaya bárbaro.
-¿Está planeando su carrera o se deja llevar por lo que aparece en el horizonte?
-Uno de mis defectos es que soy muy ansiosa. Estoy permanentemente pensando qué voy a hacer mañana y pasado y ese es el tremendo error que no me permite disfrutar del hoy por hoy. A veces me da bronca porque estoy en un teatro maravilloso, con gente maravillosa y no lo disfruto. Pero no puedo evitar pensar que mañana tengo que tomar clases, ensayar, pensar en otro proyecto. Creo que también esa ansiedad tiene su lado bueno porque no me permite estancarme. Cuanto más hago soy más feliz. Soy una piba con demasiada energía y a veces la quiero canalizar en distintas cosas para divertirme y poder hacer más.
-¿Con quién comparte sus días?
-Vivo con mi familia. Me encanta estar con ellos. Mi familia es una familia normal. Mi papá es un radiólogo jubilado que fue deportista. Mi mamá es ama de casa y fue promotora de una línea de cosméticos y en un tiempo tuvo una boutique cuando el país iba mejor y yo era muy chiquita (risas). Ahora ella es mi asistente y está todo el tiempo conmigo porque es mi madre y una amiga. No siempre me fue bien como ahora. Cuando me angustiaba tenía a mi viejo, a mi mamá y a mi hermano que me decían "seguí, seguí". Como en aquellos momentos ellos estuvieron conmigo, ahora quiero retribuírselos y gratificarlos. Tengo un amigovio, pero mi objetivo hoy es mi trabajo que me exige mucho tiempo y tengo un horario distinto que el común de la gente. Mi familia es lo más importante que tengo y lo que te dan en tu casa no se puede estudiar en ninguna academia, ni se puede comprar en ninguna parte, ni te lo regala nadie.
-¿Usted es una chica de su casa?
-Bueno, eso es como cuando me dicen: "Usted es una chica de barrio". Y yo digo, ¿dónde voy a nacer, en un plato volador? Esas cosas me ponen mal. Soy de mi casa porque vivo con mi familia.
-Existe un prejuicio en torno a las vedetes porque son mujeres que exhiben su cuerpo.
-Cuando piso el escenario quiero ser la número uno y me siento así.
-¿Se siente poderosa en escena?
-Y sí porque estar sola, parada o bailando y con todos concentrando la atención en mí da una sensación de poder, pero de poder sano. Más allá de la técnica, o de ser una buena bailarina, cantante o actriz, también es una cuestión de energía. Si sos una buena mina, sana, creo que eso se percibe desde la platea.
-¿Cómo se ve?
-Creo que soy natural y transparente y eso me hace parecer rara. Aunque a veces me pregunto si eso no me jugará en contra. Pero yo soy así. Por eso admiro a Enrique, a Julio Bocca, Eleonora Cassano, Norma Aleandro, toda gente que trabaja mucho, son muy humildes y en lo suyo son todos capos. Respeto a todos por eso le escapo al conventillo. Mi frase es que los tiempos de Dios son perfectos y compito solamente conmigo misma. La otra frase que respeto es que la vida es un búmeran y que todo, en algún momento, nos vuelve.



Del baile clásico a la revista, pasando por el modelaje y la TV.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
La hora del gran debut
Enrique Pinti actuó como un mecenas
Diario La Capital todos los derechos reservados