Lima. - Los peruanos irán hoy a las urnas cuatro años antes de lo esperado originalmente para elegir presidente para el período 2001/06 entre Alejandro Toledo, un economista centrista de 55 años, y Alan García, un abogado centroizquierdista de 52 que ya ocupó la jefatura del Estado (1985/90).
Poco más de 14,9 millones de peruanos mayores de 18 años están habilitados para acudir a las 91.700 mesas de sufragio situadas en todo el país y el exterior. El voto es obligatorio, excepto para los mayores de 70 años, y quien no cumpla con su deber tendrá que pagar después una multa por el equivalente a 35 dólares.
El proceso virtualmente comenzó desde septiembre pasado, cuando el entonces presidente Alberto Fujimori anunció su retiro anticipado al hacerse su continuidad inviable por la corrupción e impopularidad del régimen. Fujimori, finalmente destituido en noviembre, había sido reelegido en mayo para el período 2000/05 en comicios evidentemente fraudulentos.
Los peruanos escogerán al presidente número 116 de su historia (sólo el vigesimosegundo por la vía democrática) entre Toledo y García, quienes en la primera vuelta, el 8 de abril, superaron a otros seis candidatos, con 36 y 25 por ciento de los votos, respectivamente.
Todas las encuestas coinciden en que Toledo, de Perú Posible (PP), tendrá hoy las mayores posibilidades de éxito, pero García, del Partido Aprista Peruano (PAP), ha recuperado terreno en los últimos días y los expertos no descartan una sorpresa de última hora.
El líder de PP, de origen indígena, es un clásico ejemplo de hombre hecho a sí mismo y ha alcanzado el éxito profesional a pesar de haber nacido y crecido en la extrema pobreza. Principal impulsor de la caída del régimen fujimorista, despierta sin embargo dudas por sus supuestas inconsistencias políticas y su presunta falta de calidad humana.
García, por su parte, tiene como principal adversario al pésimo recuerdo de su caótico gobierno y, aunque ha pedido perdón por aquello y asegura que ha madurado, su presencia sigue generando marcados temores en amplios segmentos de la población.
Las urnas se abrirán a las 8 y se cerrarán a las 16. Aunque los primeros resultados oficiales parciales se sabrán hacia las 21 (2 de mañana), la población conocerá tendencias por resultados extraoficiales de firmas privadas, incluso "flashes" con encuestas a boca de urna que se revelarán en el instante mismo del cierre.
Proceso transparente
A diferencia de lo ocurrido el año pasado, el proceso goza de alto grado de credibilidad, gracias a la transparencia con que el gobierno interino, las nuevas autoridades electorales y las fuerzas armadas han asumido sus roles.
Pero el proceso ha estado lejos de ser perfecto. El descubrimiento de la corrupción del pasado gobierno eclipsó las campañas durante buen tiempo y sembró una notoria desesperanza. Además, los candidatos priorizaron los ataques personales a los planteamientos políticos y desataron "guerras sucias" que terminaron por hartar.
Los muchos defectos que se les atribuyen a ambos candidatos han hecho que la indecisión sea una característica. Según sondeos, hasta un cuarto del electorado podría optar por el voto en blanco.
El Perú está desde ayer en cura de silencio. No hay publicidad política y las reuniones están prohibidas. Desde el viernes rige la ley seca y las fuerzas armadas están en situación de inamovilidad. Los últimos mítines se realizaron el jueves.
En medio del escepticismo generalizado, hay quienes confían en que hoy se dé verdaderamente un paso decisivo hacia la reconstrucción duradera de la democracia en un país donde más de la mitad de la población vive en situación de pobreza y en el que la recesión, el desempleo, la incredulidad y la relativización de valores han llegado a niveles de alto riesgo.
La Ciudad
