Fernando Gabrich
Los dos sabían que se jugaban mucho en este partido. Los dos entendieron, y así lo hicieron saber sus entrenadores, que se trataba de un encuentro clave de cara al futuro. De un partido que había que ganar o ganar. Que había que jugarlo con el alma. Pero sólo uno fue el que lo plasmó en la cancha. Y para tristeza de las 8.000 personas que le pusieron calor a la gris tarde porteña, ese equipo fue España. Sí, el a priori favorito no anduvo. Argentina perdió por 3 a 1 (25/19, 25/23, 21/25 y 25/22) por la 7ª fecha de la Liga Mundial y ahora ve seriamente comprometida sus posibilidades de acceder a la ronda final que se jugará en Polonia, en julio de este año. Argentina salió al Luna Park pensando más en el envase que en el contenido. Porque lo de ayer fue puro packaging. Todo lindo, todo color, y poco, realmente muy poco de juego albiceleste. El producto que presentó Carlos Getzelevich no cumplió con los requisitos que hacían falta para poder seguir en el mercado. Le faltó algo que es indispensable para competir: corazón. Y lo pagó con la derrota. En el primer set las cosas estaban parejas. Compartían errores y aciertos. Hasta que se produjo un quiebre. Y fue con el saque de Salvador (hizo tres puntos seguidos). Ahí se empezó a desmoronar Argentina. Y el parcial se cerró con seis puntos de diferencia para los españoles. Y si Argentina no encontraba respuestas anímicas para revertir la situación, ni hablar cuando a poco del inicio del segundo set, su figura, Marcos Milinkovic, debió salir al resentirse de su lesión en la rodilla. Fue un golpe que se sintió. Los muchachos de Getzelevich intentaron ponerle el pecho a una jornada que pintaba demasiado gris, pero no les alcanzó. Ni el aporte de Leonardo Patti ni las pegadas de Leandro Maly pudieron recomponer la mala tarde de un equipo que falló demasiado. El bloqueo argentino, que había estado ausente en los dos sets anteriores, apareció en el tercero. Y por primera vez tomaron la delantera en el tanteador. Cinco puntos de Spajic, tres del rosarino Peralta (cumplió una labor aceptable) y los errores de un conjunto español que se equivocó como no lo había hecho antes, le dieron el set a Argentina. Un set que sólo sirvió para achicar diferencias. Sólo para eso. Porque en el cuarto España volvió a ser España. Y Argentina a ser Argentina. El Rafa Pascual y Juan José Salvador marcaron demasiadas diferencias ante un equipo vacío, sin alma. Con demasiado envase y poco contenido. Síntesis del partido: Argentina: Milinkovic, Maly, Patti, Weber, Conte y Spajic (fi), Meana (líbero), Porello, Bidegain, Peralta, Pereira y Firpo. DT: Carlos Getzelevich. España: Pascual, Prenafeta, Casilla, Moltó, Salvador y De la Fuente (fi), Valido (líbero) y Carreño. DT: Francisco Hervas.
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