Mauricio Tallone
Caminar con Horacio Carbonari a las cuatro de la tarde por la redacción del diario La Capital permite derribar algunas especulaciones y edificar otras tantas realidades. El actual defensor y figura de Derby County de Inglaterra es un pedazo humano de casi un metro noventa que, si lo dominara la ira, podría acabar con todos los periodistas que detienen su paso en la redacción para preguntarle sobre su aventura europea. Pero esa especulación entra en discordia cuando aparece en escena el muchacho dadivoso que siempre habla con el corazón.
Si hasta cualquier desprevenido podría pensar que este hombre que ya lleva tres años viviendo bajo el cielo del viejo continente está parado en la vereda de los engreídos. Nada más alejado de su realidad, el ex defensor de Rosario Central dice llevar una pelea cotidiana contra la moda del éxito con el arma de la humildad. Por eso, a la hora de zambullirse en la charla, saca a relucir sus dotes de orador y se involucra en la conversación. Como si no buscara transformar la entrevista en un trámite de resolución obligatoria.
-En una nota que hicimos el año pasado dijiste que estabas muy cómodo en Derby County pero no descartabas una transferencia al fútbol italiano o al español, pero pasó otro año y seguís en Inglaterra.
-Sí, es verdad que el año pasado dije que si se presentaba la chance me gustaría jugar en Italia o España, pero a veces las cosas no se dan como uno las programa. Igualmente estoy muy cómodo en Inglaterra, a pesar de que otra vez tuvimos que pelear el descenso hasta las últimas fechas. Pero ya firmé un nuevo contrato por tres años (le queda uno por cumplir) y seguramente hasta los 31 años voy a jugar en Derby.
-¿Cómo hacés para aguantar en un equipo donde el único objetivo año tras año es salvarse del descenso?
-Pará que en mi primer año en Inglaterra estuvimos cerca de clasificar a la copa Uefa. A pesar de que no me gusta jugar para sobrevivir en primera, también tiene su encanto convivir con la presión que significa pelear por el descenso.
-Desde el punto futbolístico, ¿en Inglaterra alcanzaste el nivel que mostraste en Central?
-Sí, tuve muy buenos partidos. Quizás en Central tuve la suerte de convertir varios goles de tiro libres o de cabeza, en cambio en Derby prácticamente no tenemos muchas opciones en el arco rival. Pateé un par de tiros libres que salieron cerca, pero solamente convertí un gol en el año.
-¿Coincidís con aquellos que dicen que el fútbol inglés te hace mejorar desde el punto de vista táctico?
-Lo que pasa es que allá se trabaja de otra manera. En los entrenamientos no se habla mucho de táctica, sólo se marca el día antes del partido a quién te toca marcar y listo. La mentalidad de ellos es salir a la cancha y jugar.
-¿Te dan bola tus compañeros cuando le reclamás algo durante el entrenamiento o en un partido?
-Algunas veces sí y en otras se enojan. Los ingleses son muy orgullosos, le decís algo y se te enojan enseguida. Además son de buscar excusas para que el técnico no les diga nada. Yo me agarré varias veces, no llegué a las piñas pero estuve a punto.
-¿Qué hay de cierto que los ingleses se toman todo antes de los partidos y después juegan como si nada?
-Si bien es verdad que muchos jugadores de la selección de Inglaterra tuvieron problemas con el alcohol, yo no puedo decir nada porque nunca he visto a ninguno. Pero sé que varios tuvieron que rehabilitarse en alcohólicos anónimos.
-¿Cómo son las concentraciones en Derby?
-De local directamente no concentramos y de visitantes vamos un día antes o si jugamos en una ciudad que está cerca, vamos el mismo día del partido. Pero del tema de la bebida te puedo hablar porque viví algunas anécdotas.
-¿Se pueden contar?
-Sí, total no hay nada raro.
-Entonces contalas.
-Una vez fuimos a la despedida de fin de año con todo el plantel de Derby. Nos reunimos a la una y media de la tarde, comimos y disfrutamos de un número de cómicos que tenían preparado. Y como no podía ser de otra manera, los chicos empezaron a tomar desde esa hora. Yo no me voy a ser el santo porque también tomé, pero a medida que pasaba la tarde traté de contralarme porque tenía que manejar. Pero no sabés como tomaron, fuimos al casino y a la confitería hasta las 2 o 3 de la mañana y seguían. Había algunos que estaban terribles, hacía casi doce horas que no paraban de tomar. Pero lo sorprendente de todo esto es que a la mañana teníamos que entrenar y todos los que habían tomado sin parar estaban hechos una lechuguita. Desde ese día me di cuenta de que si quieren tomar que tomen porque a ellos no les hace nada.
-Ya que dijiste que te vas a quedar hasta los 31 años en Derby, ¿imaginás formando tu familia en Inglaterra?
-Es difícil adivinar eso. Porque a la hora de tomar las mujeres no se quedan atrás (risas). No, hablando en serio, uno nunca sabe las vueltas de la vida.
-Y retirándote en el Derby.
-No sé, pero si cumplo los años de contrato que me quedan voy a tener 31 y no quiero volver a Central para robar. Pero eso nunca se sabe.
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La Ciudad
