El volante del seleccionado argentino de fútbol Matías Almeyda, de buen pasar futbolístico y económico en el Parma de Italia, no se desentiende de la realidad social que está atravesando la Argentina y afirma que los jugadores viven "en una burbuja". "Estando afuera lo que más se extraña es la familia pero lo que más me duele es el momento que atraviesa el país. La gente no está bien, los futbolistas vivimos en una burbuja y a veces, no nos damos cuenta", explicó. El ex mediocampista de River apoyó sus dichos en vivencias personales, basadas en la experiencia con sus familiares y amigos. "Yo me doy cuenta de lo que pasa en el país. Cuando veo lo que sufren algunos de mi familia o mis amigos me duele mucho", afirmó. El volante albiceleste sentenció que "todos somos iguales y tenemos los mismos derechos de vivir dignamente. Ver un país en tan malas condiciones da mucha bronca, acá todo está cambiando para peor". Sin embargo, el ex jugador de Lazio no describe al círculo que rodea al fútbol como un paraíso de rosas y con sobradas razones afirma: "No me gusta para nada el ambiente que rodea a este deporte, sólo me gusta el juego en sí". Almeyda conoció las dos caras de la moneda cuando, entre gallos y medianoches, tuvo que dejar Lazio, equipo donde era amado por los hinchas y vivió su mejor momento en Europa, para ir a Parma como parte de pago por el pase de su amigo Hernán Crespo. "Empecé a jugar porque me divertía, aunque a veces no lo hago, pero ya me acostumbré y al fútbol lo tomo como un trabajo. En este deporte, no te podés dormir", aseveró.
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