San Nicolás (enviada especial).- Sólo los familiares y los amigos más cercanos visitaron a Enrique Gamerro en su casa del residencial barrio Somisa, en San Nicolás, el primer día después de su regreso. Ayer la familia continuó con sus actividades rutinarias: su esposa, María Luisa Díaz, concurrió a dar clases de inglés; y su hija mayor, Gabriela, de 12 años, fue a la escuela como todos los días. En la casa familiar, la suegra de Gamerro recibió a los visitantes y junto a una tía del empresario actuó como vocera, ya que toda la familia decidió resguardar con celo la intimidad de la casa. Fueron las mujeres quienes indicaron que la sorpresiva llegada del hombre provocó "una gran alegría" a toda la familia. "Llegó el sábado a la tarde. Fue de sorpresa", indicó la suegra del empresario. La mujer indicó que Gamerro se encuentra con "una depresión muy profunda" y que la única indicación médica que recibió para lo inmediato fue "descansar". Aunque señaló que en los próximos días comenzará un tratamiento de asistencia psicológica. La esposa del empresario, también muy delgada y con un nuevo loock, se manifestó muy contenta ante sus allegados por el retorno de su esposo. Por su parte, el hombre también confió a su círculo íntimo la alegría que le provocó reencontrarse con sus hijas -de 8 meses la menor y 12 años la mayor- sus padres y su esposa. Díaz siempre consideró la posibilidad de que su esposo no se encontrara bien, ya que estaba al tanto de las presiones que padecía el hombre. "Una persona no puede abarcar tantas cosas.... la empresa, el estudio, la radio, los viajes a Venezuela. A lo mejor fue un agotamiento, un estrés, una presión muy grande lo que le provocó esto", indicó la mujer cuando surgieron los primeros datos que indicaban que el empresario se encontraba con vida. Los habitantes de San Nicolás tienen un buen concepto del empresario, alentado por empleados, clientes y vecinos del hombre. Aún conservan la perplejidad ante el episodio que lo tiene como protagonista. Pocos se animaron a dar una opinión sobre el tema. "Sólo sé que todos lo quieren mucho, que lo consideran un buen hombre", coincidieron los ocasionales reporteados.
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