Entrevista. El radical pide recomponer la Alianza

Federico Storani: "El delarruismo confunde marketing con política"

El ex ministro responsabilizó al entorno presidencial por el fracaso de la coalición

Omar Bravo

En su estudio de la calle Uruguay al 900, Federico Storani comparte la rueda de mate con La Capital. El lugar mantiene la austeridad que tuvo siempre: mobiliario de varios años, fotos de su padre, el ex ministro y senador nacional Conrado Storani, y del ex presidente Raúl Alfonsín. Ya con más de 60 días fuera del gobierno, el ex ministro del Interior sigue en la pela por la recomposición de la Alianza original. Enfrentado con el delarruismo (los Sushi, Patricia Bullrich, De Santibañes), le achaca la responsabilidad del naufragio de la coalición mientras se prepara para resistir nuevos embates de la fuerza política de Domingo Cavallo para sumarse a las listas aliancistas en octubre. Dice que ese avance será frenado por la UCR bonaerense, distrito donde su corriente tiene la mayoría, y el delarruismo, dice, "es inexistente".
-¿El delarruismo puede tener el mismo efecto interno que el menemismo tuvo sobre el PJ?
-No. Porque nosotros estamos planteando con franqueza que se recomponga la alianza original, admitiendo que dentro de la Alianza se cometieron errores de ambas partes, no solamente errores cometidos por el presidente, (como) el planteo superficial del liderazgo... Sabemos que (Fernando) De la Rúa no es un líder natural ni un líder carismático, pero él tenía la gran oportunidad histórica de constituir un liderazgo institucional, moderno, porque un gobierno de coalición, por definición, tiene un nivel de toma de decisiones diferente que un presidencialismo puro. Por lo tanto, tenía que delegar, buscar denominadores comunes, concertar, cosas que no se hizo.
-¿Puede dar algún ejemplo?
-Su entorno confundió marketing con política, respaldó permanentemente la autoridad presidencial, casi hasta el absurdo de hacerlo golpear una mesa. Ahora, está claro que eso, que es algo superficial, de ningún modo nos hace ser tolerantes con lo de fondo. Lo de fondo es que el gobierno tiene un tiempo prudencial para recomponer la Alianza e incorporarla al poder. En caso de que no lo haga, y comience a ir hacia un fenómeno parecido al menemismo: vaciamiento de contenido, corrimiento de políticas de alianza y demás, nosotros nos vamos a poner claramente en una posición independiente frente al gobierno. Vamos a apoyar lo que haya que apoyar y vamos a criticar lo que haya que criticar.
-Pero no hay señales del gobierno... Además, el proyecto de incorporar al cavallismo a las listas aliancistas no está archivado.
-Todavía estamos en la emergencia, en el impasse, pero supongamos que se quiera profundizar la posibilidad de listas comunes con el cavallismo, eso es desnaturalizar el proyecto. No tenga ninguna duda de que el radicalismo va a tener una posición muy dura de rechazo. Porque no todo es emergencia económica, también hay un conjunto de valores que hacen a la política. Un ejemplo que puede ser burdo pero sirve: el mes pasado el Sindicato de Actores expulsó a Elena Cruz y Fernando Siro de sus filas por haber justificado la dictadura de Videla. ¡Pero ellos estaban para integrar las listas de Acción por la República! Si no surgía aquel episodio... Hay cuestiones de valores que hacen a los derechos humanos, a la justicia, a la educación, donde tenemos concepciones distintas, que no compartimos con el cavallismo. Por lo tanto vamos a intentar preservar claramente una identidad de valores y un espacio progresista, que hay que reconstituir. No vamos a retroceder.
-El radicalismo bonaerense representa más del 30% de la UCR. ¿Cuál es la incidencia del delarruismo allí?
-Es inexistente. El delarruismo en la provincia de Buenos Aires representa nada. Y no soy despreciativo, es la verdad. Y por eso es que nosotros vamos a atalonarnos muy fuertemente en el territorio bonaerense, donde sin embargo hay matices. Está el sector que encabeza Enrique García, el de Melchor Posse, el del hijo de Raúl Alfonsín (Ricardo) y nosotros, que somos la mayoría, me refiero a Juan Manuel Casella, Leopoldo Moreau y yo, pero no hay diferencias ideológicas profundas. Por lo tanto, creo que hay que preservar fuertemente el radicalismo bonaerense para que no se dé ese proyecto de desnaturalizar al partido.

Para Storani, el delarruismo desnaturaliza a la UCR.