| | "La noche de los muertos": Una historia para asustar a los chicos
| Fabián Sevilla
Un padre y su hijita avanzan por un ruta solitaria. El coche se queda sin combustible. Ambos buscan ayuda en una casa solitaria y oscura. Ahí una matrimonio los recibe amablemente. Pero, luego de lograr separarlos se desatan los verdaderos motivos de tanta buena disposición... Lo que sigue, hasta los más pequeños ya lo han visto y revisto por TV en cualquier episodio de dibujos animados. Pero no muchos lo han leído. El terror es el género que más atrae a los chicos y, mientras que en los medios de comunicación proliferan productos al respecto, toda una movida adulta aún se resiste a aceptarlo y se encierran en debates ciegos sobre "si a los chicos hay que leerles cuentos de horror". Ricardo Mariño pertenece a la generación de autores nacionales de literatura para chicos que no tienen miedo a "meter miedo" a sus lectores. El, como otros tantos cuentistas se animan a ingresar en un terreno tan polemizado como el género de terror porque entienden bien a su público, lo que necesitan y lo que les gusta, algo que aún queda muy lejos para muchos docentes, psicólogos y padres. Con esta novelita, que raya lo cinematográfico, Mariño consigue un relato simple y lleno de golpes de efecto como muertos que salen de sus tumbas, casas que aparecen y desaparecen y curas que exorcizan a un pueblo entero. Así, sin muchas vueltas, explora otros temas que no necesariamente se asocian con los terrores infantiles y adultos. El vínculo, la solidaridad, la confianza en el otro, son unos de esos tópicos que se desprenden cuando se abre ese portal de lo fantástico. Pero, sin ingresar en un análisis profundo, el principal logro de esta Noche de los muertos reside en manejar bien los ingredientes narrativos para que lo que se cuenta no decaiga ni tampoco se diluya por la simplicidad del relato.
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