Nueva Chicago, jugando casi media hora con un hombre menos, le dio ayer un nuevo cachetazo a Quilmes al vencerlo por 1 a 0 en la primera semifinal del torneo reducido por el segundo ascenso a la primera división.
El conjunto de Mataderos consiguió, con una espléndida palomita de Oscar Gómez, la diferencia con la que irá al Centenario del Sur del Gran Buenos Aires en busca de la final.
De movida Quilmes mostró su sed de revancha. En los primeros cinco minutos creó tres situaciones de gol. La más clara fue la que Velázquez le sacó a Ceferino Díaz.
Chicago parecía dormido. Parecía porque a los 7 Trullet le sacó un cabezazo en la línea a Jesús, cuando en la jugada previa hubo un claro penal del arquero Elizaga a Pochola Sánchez.
Después de 10 minutos a ritmo de rock, comenzó a sonar un minué. El partido se cayó a pedazos y, por momentos, fue muy malo.
A los 25' la visita sacudió la modorra de todos. Díaz robó una pelota a la salida de Chicago, la hizo correr a la derecha para Corti cuyo disparo pegó en el travesaño y el rebote lo capitalizó Bordi, pero Velázquez hizo la atajada del mes.
Entonces el partido volvió a parecerse al del comienzo y Chicago, a los 29, pegó el grito.
El festejo del Topo
El Chori Domínguez se entretuvo en la mitad de la cancha y Barbona le birló la redonda, metió un pelotazo a las espaldas de Trullet para el Gomito Gómez tire un centro perfecto que el interminable Topo Gómez, de palomita, marque contra el palo izquierdo del arquero el 1 a 0.
De allí en más, Quilmes tuvo la posibilidad de empatar con Corti, pero Chicago, con chances claras de Jesús y Farías, se mostró más sólido.
En el complemento casi nada cambió. Siempre el verdinegro fue el que tuvo las riendas del partido e hizo trabajar a Elizaga -especialmente en los primeros minutos-, mientras que Quilmes, entre los nervios y el desorden, intentó la igualdad sin claridad.
Tras la tonta expulsión de René Kloker, Chicago se dedicó a cuidar la pelota y tratar de que Quilmes no saque provecho del hombre de más. El equipo local terminó conformándose con la escasa diferencia, mientras que el desdibujado Quilmes sumó su cuarta derrota consecutiva y su sueño de ascenso sigue vive, aunque no intacto.