El director M. Night Shyamalan intentó con "El protegido" repetir el éxito de su anterior filme, "Sexto sentido", una historia con elementos sobrenaturales y con Bruce Willis encabezando el reparto. Willis vuelve a ponerse en contacto con fuerzas ajenas a la razón, esta vez interpretando a un guardia de seguridad que sobrevive a un accidente ferroviario. David, el protagonista, viaja en el expreso que va de Nueva York a Filadelfia y sufre un terrible accidente. Cuando despierta, se encuentra en un hospital. Allí el médico le informa que es el único sobreviviente de entre los 131 pasajeros muertos y que además no ha sufrido ni un solo rasguño. Después de asistir a una misa celebrada en recuerdo de las víctimas, David encuentra una nota en el parabrisas de su coche con una pregunta: "¿Cuántos días de tu vida estuviste enfermo?". Rápidamente, el guardia le pregunta a su mujer Audrey, pero ella no lo recuerda. Después de investigar encuentra al autor del mensaje, Elijah Price, propietario de un negocio dedicado a los comics. Este hombre sufre una extraña enfermedad por la que sus huesos se fracturan con suma facilidad. Desde niño lo apodan Sr. Vidrio, y por curiosas circunstancias, Price siempre estuvo convencido de que lo ocurrido los une, aunque los dos formen los extremos de un plan del cual son meras herramientas. David se muestra incrédulo, pero descubrirá que la creencia de ese extraño no es muy equivocada. Shyamalan confesó que fraguó la historia a base de las reflexiones provocadas por sus propios miedos acerca de la fragilidad de la vida. Como en "Sexto sentido", esta película plantea la posibilidad de la existencia de circunstancias paranormales en la vida cotidiana. No obstante, en esta ocasión el director se centra también en el papel de la casualidad, del destino y en la búsqueda de una respuesta a las eternas preguntas de las razones de la vida. La película está rodada en continuidad, con abundancia de planos-secuencias que refuerzan el sentimiento de opresión que el director quería comunicar al público. Los indicios del pasado aparecen en forma de flashbacks y el mismo director vuelve a aparecer en el filme en un paneo, como lo hizo en "Sexto sentido". El ritmo de la narración remite también a su anterior trabajo, con el uso de una adecuada banda sonora y silencios prolongados que acentúan los climas ambiguos del filme.
| Bruce Willis en un filme sobre el sentido de la existencia. | | Ampliar Foto | | |
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