| | Intimidación al abogado de la familia Melmann Atacaron a balazos su casa. El letrado representa a los padres de la chica violada y asesinada en Miramar
| Buenos Aires.- El abogado de la familia de Natalia Melmann, asesinada en febrero pasado en Miramar, recibió un mensaje "intimidatorio" por parte de desconocidos que, a bordo de un automóvil en movimiento, dispararon tres tiros frente a su casa de la localidad bonaerense de Villa Adelina. Juan Carlos Maggi, abogado de los Melmann, dijo que sospecha que quienes dispararon antenoche serían los mismos hombres que a principio de este mes le robaron su auto en Miramar, también después de hacer tres tiros al aire, y abandonaron luego el vehículo destrozado y con abundante sangre en su interior. Maggi evaluaba ayer si en las próximas horas radicaría una denuncia en la comisaría de Villa Adelina debido a que "no se trataría de un delito" porque no se pudo constatar que los balazos hayan impactado en la casa, pese a que el abogado está convencido de que se trató de un "mensaje intimidatorio" dirigido a él. Los tres disparos se escucharon antenoche, alrededor de las 22.30, frente a su vivienda de un barrio de Villa Adelina. Poco después, los vecinos de la cuadra y el propio Maggi salieron a la calle y observaron un automóvil que escapaba del lugar a gran velocidad. Maggi tiene la sospecha de que un llamado que recibió el miércoles pasado de alguien que se identificó falsamente como periodista de Editorial Perfil podría ser, en realidad, el método que emplearon sus agresores para chequear su domicilio. La crónica de las intimidaciones empezó a escribirse la madrugada del 3 de mayo pasado cuando Maggi se encontraba en Miramar a punto de salir en su automóvil hacia la ciudad de La Plata para encontrarse con el procurador general bonaerense, Matías De la Cruz. Según él mismo contó, había dejado en su vehículo un bolso cargado con ropa y, en la guantera, dos elementos de prueba de la causa por el crimen de Natalia Melmann, que podrían comprometer a la policía de Miramar. Por precaución, mientras se preparaba para partir, sacó a último momento de su automóvil las pruebas y las conservó con él en una mochila. Poco después, escuchó tres disparos al aire y observó cuando desconocidos se llevaban su vehículo a gran velocidad. Más tarde el rodado fue encontrado en Miramar con sangre derramada en su interior. Además, los ladrones tomaron sólo una camisa del bolso y también la mancharon con sangre, en un "claro mensaje mafioso". El vehículo conservaba el estéreo pero tenía destrozado el radiador y todo el sistema eléctrico.
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