Casilda. - El intendente Eduardo Rosconi calificó como "oportunista" al concejal radical Fernando Sambrailo, a quien acusó de haber sido "cómplice de las irregularidades que se cometieron durante la gestión anterior ya que nosotros -en alusión al sector del justicialismo que lidera- fuimos los primeros en denunciarlas". "Los radicales se callaron la boca cuando tenían que hablar para no debilitar a (el ex intendente Carlos) Muia. Sambrailo acomoda su discurso a las circunstancias y siempre termina pegándome a mí", añadió el intendente, e insistió en que él fue el primero en denunciar las anomalías de la gestión pasada. No obstante, Rosconi se manifestó igualmente en desacuerdo con los concejales justicialistas que avalaron los movimientos contables de 1997 y reveló que ni siquiera lo consultaron. En esa misma línea dijo sentirse "en minoría" dentro del Concejo, a pesar de que la mayoría de los ediles sean de su mismo partido peronista. "Tengo que ver cómo hago alianzas con algunos concejales para sacar ciertos temas", disparó. Por su parte, el presidente del Concejo, Daniel Lucci, justificó su voto -que definió el dictamen- a favor de la ejecución presupuestaria que hizo la anterior administración anterior en 1997 al señalar: "Ya se hizo una auditoría contable en 1999 que incluye saldos acumulados de años anteriores". Asimismo, Lucci consideró que "resulta extemporáneo tratar este tema ahora" y sostuvo que "los radicales también podrían haber emitido un dictamen en cualquier momento como hizo el justicialismo". "Haber votado negativamente implicaría hacer otra auditoría que nos va a decir lo mismo que la que ya se hizo. No se justifica", dijo Lucci para argumentar su posición. En este sentido, Rosconi coincidió con Lucci al decir que es extemporáneo discutir ahora las cuentas de Gastos e Inversiones del 1997. Pero remarcó con que está en desacuerdo respecto de su aprobación. En tanto, valoró la actitud de Roberto Meli, el único concejal justicialista que se manifestó en contra.
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