Nueva York. - Una comisión encabezada por un ex legislador estadounidense pidió a Israel detener la construcción de asentamientos judíos y a los palestinos que encarcelen a los terroristas, afirmando que la restauración de la confianza mutua es vital para terminar con el derramamiento de sangre. La comisión, encabezada por el ex senador demócrata George Mitchell, advirtió que el círculo de violencia y represalias "empeorará a menos que el gobierno de Israel y los palestinos adopten acciones prontas y decisivas". El secretario de Estado Colin Powell telefoneó, una vez hecho público el documento, al primer ministro israelí Ariel Sharon y al líder palestino Yasser Arafat. Powell renovó el pedido de que se ponga fin a la violencia. En Washington, el secretario de Estado estadounidense respaldó las recomendaciones y designó al diplomático William Burns para que ayude a las partes en la reanudación del diálogo. "Las negociaciones son el único camino hacia una paz justa, duradera y amplia", dijo Powell. La comisión Mitchell, tal como se la denominada extraoficialmente, fue creada como parte de una tregua auspiciada por Estados Unidos en octubre y que eventualmente fracasó. "El temor, el odio, la ira y la frustración han aparecido en ambas partes", expresó Mitchell. "El mayor peligro en todo esto es que la cultura de la paz, alimentada en la pasada década, está siendo destrozada. En su lugar aumenta una creciente sensación de futilidad y desesperación, y un creciente recurso a la violencia". En el informe de la comisión se recomienda una serie de pasos que deben tomar ambas partes y el inicio inmediato de un período de distensión. Algunas de las conclusiones ya habían sido divulgadas. "La restauración de la confianza es esencial, y ambas partes deben dar pasos positivos con este fin. Dado el alto nivel de hostilidad y desconfianza, los tiempos y secuencias de estos pasos son evidentemente cruciales. Los convocamos urgentemente para que comiencen el proceso de inmediato", dice el reporte en su resumen de recomendaciones. En sus comentarios Mitchell pidió a las partes que elijan el sendero de la paz. "Dos pueblos orgullosos comparten una tierra y un destino. Sus reclamos enconados y diferencias religiosas dieron pie a un conflicto de desgaste, desmoralizador y deshumanizado". Mitchell agregó que las partes "pueden continuar ese conflicto o pueden negociar para encontrar la forma de vivir juntas en paz". En Jerusalén, el ayudante del primer ministro israelí Ariel Sharon, Raanan Guissen, recibió con agrado el informe pero dijo que Israel "rechazó el tema de la completa congelación de los asentamientos" judíos en los territorios ocupados. Un sondeo publicado ayer en el diario Yediot Ahronot indica que el 61% de los israelíes respalda la congelación de los asentamientos a cambio de una tregua. El 34% se opuso, según la encuesta, con un margen de error del 4,5%. El negociador palestino Saeb Erekat expresó por su parte que el informe será "una verdadera prueba para el gobierno norteamericano. Sin embargo, la verdadera clave del éxito es detener toda la construcción de los asentamientos sin salvedad alguna". Además de Mitchell, la comisión está formada por el ex presidente turco Suleyman Demirel, el representante de Política Exterior de la Unión Europea Javier Solana, el senador republicano norteamericano Warren Rudman y el ministro noruego de Relaciones Exteriores Thorbjoern Jagland. El enviado de la UE, Javier Solana, expresó en Siria que la Unión "hará todo lo posible para poner fin al ciclo de violencia y crear las condiciones que permitan la reanudación de una negociación constructiva que conduzca a la paz".
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