El ministro de Economía, Domingo Cavallo, adelantó su intención de modificar la Política Automotriz Común (PAC) del Mercosur, eliminando el porcentaje obligatorio de piezas nacionales que se deben incluir en cada vehículo.
Durante una conferencia de prensa ofrecida luego de disertar en el Foro Económico Mundial que se realiza en Buenos Aires, el jefe de Hacienda cargó contra el decreto 660 que reglamentó en Argentina el régimen común del Mercosur, y que elevó el porcentaje de autopartes nacionales que debe contener un auto para entrar en el sistema de intercambio compensado dentro del bloque. "Este mal sistema automotriz que tenemos fue propuesto por la Argentina, así que nosotros no le podemos reclamar a Brasil por este tema, y además ellos han dicho que están dispuestos en avanzar rápidamente hacia el libre comercio en materia automotriz, así que sabemos que no va a haber dificultad por el lado de ese país", señaló Cavallo.
Cavallo retomó el Tratado de Ouro Preto, que firmaron los países del Mercosur en 1994, y que establecía que a partir de 1999 debía regir un sistema de libre comercio entre Argentina y Brasil, con un Arancel Externo Común (AEC) del 20% y un solo ingrediente de componente Mercosur.
El régimen automotor con Brasil fue acordado en el 2000 y puesto en vigencia en Argentina a través del decreto 660, que derivó en una dura polémica con el vecino país y con las mismas fábricas de autos. Esa norma incrementó el porcentaje de componentes nacionales que debe tener un vehículo para beneficiarse con el régimen de intercambio compensado e introdujo un sistema de medición "pieza por pieza" para calcular esa relación.
El sistema, impulsado por secretaria de Comercio, Débora Giorgi, cuando ocupaba la cartera de Industria, apuntaba a beneficiar a los autopartistas argentinos, al protegerlos de la competencia brasileña. Además, buscaba frenar el constante flujo de inversiones del sector, incluso las Argentinas, que se derivaban al país vecino.
Desde un primer momento, las automotrices locales advirtieron que el sistema encarecía el costo de producción local y acusaron al "lobby del acero" de imponer sus reglas de juego para tener un mercado cautivo.
En los últimos días, referentes de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) volvieron a reclamar por la modificación del actual régimen automotor.
Libre comercio
Cavallo se hizo ayer eco de esa presión. Puso a la PAC como un ejemplo de las distorsiones que afectan al Mercosur y se mostró partidario de volver al espíritu del Tratado de Ouro Preto "muy pronto".
"Los enredos los tenemos desde la Argentina al proponer un régimen automotriz que no es bueno", agregó y admitió que Brasil pretende renegociar el acuerdo.
Cavallo consideró además que "los obstáculos a la competitividad tanto de Argentina como de Brasil no vienen tanto del AEC, sino de las imperfecciones de nuestra área de libre comercio".
"El regimen automotriz es un ejemplo claro de esa imperfección, porque en un área de libre comercio tendría que haber libre movimiento de autopartes y vehículos terminados y no debería existir ninguna restricción del tipo comercio balanceado, ni componente nacional, debería ser realmente libre comercio", sentenció.