A sólo meses de promulgada la primera, la Legislatura dio media sanción a una nueva ley de retiros voluntarios con condiciones jamás soñadas por un empleado del sector privado, para lograr que como mínimo 200 de sus 900 empleados se vayan y así reducir el presupuesto anual de 75 millones. La norma establece que se computen 2,5 sueldos por cada año trabajado: así, por ejemplo, quien haya ingresado en 1984 y tenga un salario bruto de 1.800 pesos -el promedio en ambas Cámaras- cobrará 72 mil pesos en 12 cuotas. La flamante norma deja las puertas abiertas a 42 nuevos juicios contra el Estado, los de los empleados que se retiraron en diciembre pasado con el anterior coeficiente de un salario y medio por año trabajado. Esta posibilidad se daba ayer por descontada en Santa Fe, tanto por los sectores gremiales como por algunos legisladores, aun aquellos que la votaron a favor. La ley obliga a jubilarse a los empleados que tengan entre 60 y 65 años. En el sindicato que nuclea a esos agentes, la Asociación del Personal Legislativo (Apel), se menciona que en comparación con otras provincias "Santa Fe es una de las más ordenadas y donde no hay una fiesta de ñoquis". El diputado provincial Carlos Bermúdez reconoció que "los cuestionamientos de la gente son cada vez más fuertes hacia nosotros, los políticos, que todos los días debemos realizar acciones y mandar señales de que queremos corregir las cosas". El gasto de la Legislatura santafesina en la década que corrió desde la convertibilidad superó los 700 millones de pesos, es decir la cifra equivalente a la que el Estado pretende obtener con la venta de la Empresa Provincial de la Energía, la de mayor facturación en territorio santafesino. Aparte del personal, otra de las erogaciones mayores de la Legislatura la conforman las partidas que los 50 diputados y 19 senadores reciben para subsidios, 5 mil y 8 mil pesos por mes, respectivamente, para cada uno; es decir 5 millones anuales en total. Lo justifican diciendo que no sólo deben legislar, sino mitigar las situaciones de necesidad con las que entran en contacto en los departamentos, sin entender que el voto que reciben no incluye ni el permiso ni el mandato de realizar asistencialismo con el dinero de otros. Las cifras que arroja el mundo desarrollado son otras: Baviera, una de las provincias más ricas de Alemania (su PBI supera largamente a Santa Fe) cuenta con 204 legisladores y un presupuesto de 54 millones, 20 millones menos que acá. Cada legislador tiene derecho a un asistente y una secretaria; todo lo demás (asesoramiento, información) lo tiene de su bloque.
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