Medellín. - Las autoridades colombianas buscaban a dos hombres y dos mujeres que en la noche del jueves activaron un coche bomba en un concurrido sector confiterías y bares de Medellín, que causó siete personas muertas y al menos 138 heridas. Muchos sospechan que se trata de una represalia de bandas criminales ligadas al narcotráfico por la serie de procedimientos policiales que en las últimas semanas se han anotado éxitos en su contra. También se menciona un enfrentamiento entre estos grupos delincuentes y los paramilitares de extrema derecha.
Seis de las víctimas fallecieron pocos minutos después del acto terrorista, cuando eran atendidas en hospitales, en tanto que en la madrugada de ayer murió una adolescente. Asimismo, se indicó que de las 138 personas que ingresaron a los centros de atención con diversas heridas, 56 fueron dadas de alta.
El subdirector de la policía, general Alfredo Salgado, reveló que las autoridades están tras la pista de dos hombres y dos mujeres que llegaron en un Renault 9 a un elegante sector del barrio El Poblado y dejaron abandonado el auto.
Testigos del hecho relataron que el coche bomba explotó minutos después, ocasionando enormes daños en varios establecimientos nocturnos situados en los alrededores del parque Lleras, muy visitado por los jóvenes de Medellín todos los jueves y viernes.
20 kilos de explosivo muy poderoso
Las primeras investigaciones indican que la bomba fue fabricada con 20 kilos de un explosivo más poderoso que la dinamita. El alcalde de Medellín, Luis Pérez, señaló que el atentado pudo haber sido cometido por bandas de delincuencia común, en represalia por certeros golpes asestados en las últimas semanas por la policía.
"Tenemos que sacar fuerzas para seguir luchando contra estos dementes, no permitiremos que avancen. La policía ha tenido muchos éxitos en los últimos días", afirmó el alcalde en el sitio del atentado.
En Medellín operan numerosas bandas armadas dedicadas al narcotráfico, al robo y al secuestro, entre ellas La Terraza, considerada como la organización de delincuencia común más poderosa del país.
El máximo líder de la banda, Ronald Arroyave, fue asesinado por varios pistoleros en la mañana previa al atentado, por lo que las autoridades no descartan que el coche bomba haya sido una venganza de sus cómplices. Una guerra entre La Terraza y paramilitares de extrema derecha "es la hipótesis más valedera, que puede ser una represalia de la banda de La Terraza por el asesinato de uno de sus jefes a manos de paramilitares", dijo el subdirector de la Policía Nacional, general Alfredo Salgado
A comienzos de este año, Medellín fue sacudida por un atentado cometido con un coche bomba que explotó en el estacionamiento subterráneo de un centro comercial, que causó varios heridos y grandes daños.
La capital del departamento de Antioquia fue habitual escenario de ataques terroristas entre 1985 y 1993, en el marco de la "guerra" que declaró contra el Estado el desaparecido cartel de las drogas que lideró el tristemente célebre Pablo Escobar.
El capo del cartel de Medellín, en su momento la más poderosa banda narcotraficante del mundo, ordenó sanguinarios ataques terroristas en esa ciudad y en Bogotá, que cesaron tras su muerte, en 1993, en una operación policial. La última acción terrorista de este tipo en Colombia había ocurrido el pasado 4 de mayo, cuando un coche bomba causó cuatro muertos y 36 heridos en un céntrico sector de la ciudad de Cali. En esa ocasión resultó afectado un edificio que alberga un hotel, apartamentos, oficinas y locales comerciales. Varios jugadores de fútbol de conocido equipo Once Caldas resultaron afectados. En este caso, y según el alcalde de Cali, John Maro Rodríguez, el atentado habría sido cometido por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en venganza por que los dueños del edificio se negaron a pagar extorsiones.