Los piqueteros de La Matanza decidieron ayer mantener el corte sobre la ruta 3, tras el fracaso de las gestiones que desarrolla el secretario personal del presidente Fernando de la Rúa, Leonardo Aiello, quien, con el guiño del jefe del Estado, busca dar una respuesta a los principales reclamos de los desocupados para terminar con el conflicto. Paralelamente, los desempleados que participaron de la marcha a pie "contra el hambre por pan y trabajo" a través del sur del conurbano, concluyeron ayer su protesta en la Plaza de Mayo, donde lograron un acuerdo con el Ministerio de Trabajo a partir de la entrega de planes Trabajar. La determinación de mantener el bloqueo de la ruta -y volver a cortar la vía del ferrocarril- fue tomada por los piqueteros anoche, luego de que fracasara una reunión convocada por el intendente de La Matanza, Alberto Balestrini, a la que -contra lo que se esperaba- no asistió Aiello. Sin embargo, Aiello se trasladó hasta La Matanza para reunirse con el peronista Balestrini, lo que hacía suponer que podría existir una nueva propuesta para que los piqueteros levanten la medida. A la tarde, ante la ausencia del representante del gobierno nacional,los principales dirigentes presentes en la reunión, el sindicalista jujeño Carlos Perro Santillán, Luis D'Elia y Juan Carlos Alderete, decidieron retirarse y volver al piquete de la ruta para poner a consideración de una asamblea de desocupados la situación planteada. Allí, los piqueteros decidieron continuar con el corte que mantienen desde hace doce días sobre la ruta nacional 3, a la altura del kilómetro 22, en Isidro Casanova y volver a interrumpir el paso de los convoys del ex ferrocarril Belgrano sur. Los piqueteros habían levantado esa medida el jueves como un gesto de "buena voluntad". De hecho, el presidente aclaró que él mismo le había "autorizado" la apertura de "un canal de diálogo" a su secretario, preocupado por averiguar "quién es responsable de que algo que se había prometido no se hubiera cumplido". Las razones por las cuales fue incumplido el convenio firmado el año pasado fueron objeto de fuertes acusaciones que enfrentaron en los últimos días a las autoridades de la Nación y la provincia y que derivaron en una enfrentamiento público entre De la Rúa y el gobernador Carlos Ruckauf. El aval presidencial a las gestiones de Aiello pareció desautorizar la posiciones asumidas por los ministros de Trabajo, Patricia Bullrich; de Interior, Ramón Mestre, y de Economía, Domingo Cavallo, quienes rechazaron en varias oportunidades la posibilidad de reunirse con los desocupados. En los despachos de esos ministerios se escucharon ayer las quejas por el accionar de Aiello y se insistió con que "si se negocia con este piquete, habrá que hacer lo mismo con todos los que se sucedan, con un alto costo para el gobierno". Ayer D'Elia reveló que "en los últimos tres días empezamos a pedirle al presidente que la sacara del medio (a Bullrich) porque una ministro que dice que no habla con piqueteros, es lo mismo que si dijera que no habla con trabajadores o sindicalistas". El canal abierto por Aiello -un funcionario con escasos conocimientos de la política y esquivo a las actitudes diplomáticas, pero infatigable a la hora de trabajar por su jefe- permitió también encaminar en un momento los reclamos, según confirmaron D'Elia, Alderete y Balestrini, hacia un posible acuerdo. D'Elia dijo que las conversaciones apuntaban a dar una respuesta a cuatro puntos: u Completar las entregas suspendidas de las distintas partidas atrasadas en el convenio incumplido de noviembre pasado. u La continuidad de la entrega de planes Trabajar y el mantenimiento de este sistema de subsidios, en rechazo a la intención de suplantarlo por un nuevo seguro de empleo y formación. u La libertad del dirigente Emilio Alí, condenado a prisión por reclamar alimentos en un supermercado marplatense. u El compromiso oficial de que no se tomarían represalias contra los desocupados que participaron de los piquetes.
| La marcha contra el hambre terminó en Plaza de Mayo. | | Ampliar Foto | | |
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