La ecología no es sólo una cosa de chicos

El Cepar, en funcionamiento desde 1988, promovió en un principio la producción hortícola orgánica y en los últimos años ha trabajado en una propuesta del mismo tenor para la agricultura con cereales y oleaginosas.
Sobre las superficies con las que se puede manejar una producción orgánica, Raúl Terrile, técnico de ese centro, explicó que "la superficie la va poniendo el productor en relación a lo que considere que está en condiciones de manejar".
"Hay productores que se animan con cincuenta hectáreas, otros con cien, lógicamente que a medida que crece la superficie se torna más complejo ya que hay que manejar más variables", señaló y recordó que "al Norte de Santa fe hay un productor ganadero que tiene tres mil hectáreas y que está haciendo ganado orgánico con manejo de pastizales naturales".
aunque estimó que el sistema se adapta más a los pequeños y medianos productores, Terrile indicó que desde el punto de vista técnico y de tecnología a disposición, no hay problemas de superficie.
"La producción agroecológica apunta fundamentalmente a diversificar la producción, es todo lo contrario a la práctica del monocultivo".
Concretamente, el técnico del Cepar refirió la experiencia de un productor de la zona de Reconquista que maneja 150 hectáreas con tambo, monte frutal y agricultura, y que basa su estrategia comercial en vender la materia prima con algún tipo de procesamiento. Por ejemplo, prensando el girasol orgánico y convirtiéndolo en aceite. Además, con el tambo produce casi todos los derivados de la leche como yogurt, queso y manteca.
"Sin ningún tipo de pasteurización ha logrado un recuento en la leche de diez mil bacterias por mililitros, a través de un buen manejo orgánico", indicó. Además, los números le cierran.
Según datos que dispone el Cepar, en la Argentina existen bajo certificación de producción orgánica un millón de hectáreas, en su mayoría dedicadas producción ganadera y por ende con exigencia de mayor superficie. En producción vegetal hay más de cien mil hectáreas, la mitad dedicadas a cereales y oleaginosas.