Dentro de las complejidades del sistema productivo del maíz, las semillas resistentes a insectos, la fertilidad, los puntos básicos de ecofisiología y el comportamiento de cultivares se interrelacionan en un proceso de desarrollo y crecimiento. Durante una jornada para profesionales realizada en la Bolsa de Comercio de Rosario y organizada por la estación experimental agropecuaria Oliveros del Inta, se tocó puntualmente la problemática del barrenador de la caña, la principal plaga animal del cultivo de maíz.
Los maíces Bt se presentaron como una opción que, por la simplicidad de su tecnología, resulta fácil y apropiable para que los productores puedan para atenuar el problema.
"Hay que analizar que estamos frente a una plaga que altera la producción y afecta la calidad de los cultivos", explicó Hugo Pedrol, del Grupo de Ecofisiología y Manejo de Cultivos del Inta Oliveros.
La referencia puede ser comparada con evaluaciones realizadas sobre ensayos específicos para medir incidencias de la plaga, donde se logró detectar que utilizando dos versiones de un mismo híbrido (BT y convencional), y combinándolas con controles químicos e inclusive con infestación artificial del barrenador, se registraron pérdidas en condiciones de infección natural de hasta un 30 ó 35 %, y con altas infecciones de un 50%. Todas desde el punto de vista cuantitativo, es decir, kilos perdidos por unidad de superficie, sin descartar la influencia sobre calidad.
Por su parte, Daniel Damen, de la Unidad de Extensión y Experimentación Venado Tuerto del Inta, entiende que la presencia de la plaga viene disminuyendo desde las últimas tres campañas. Principalmente en lo que respecta al volumen total, si se toman como referencia los meses de diciembre a enero, en los que se ve la mayor incidencia y coincide con el período de floración o posfloración como etapa más delicada del cultivo.
Damen, asegura que su equipo técnico observó un atraso en la tarea que realizan las mariposas adultas que depositan los huevos sobre el cultivo y que, al aparecer las larvas, producen la infección.
Para el relevamiento de estos datos, el Inta trabajó con un sistema de trampa de luz, que le permitió evaluar la cantidad de adultos de diatraea que permanecen en esos períodos críticos del cultivo, donde se pueden predecir las formas y el nivel de ataques que tiene esta plaga, en el momento de la floración del maíz.
A partir de ahí, Damen aseguró que hay dos alternativas. Una es el control químico, que se implementa utilizando la estrategia de trampa de luz. Se revisa el cultivo para ver las oviposiciones y larvas, lo que permite tomar la decisión del tratamiento que puede ser variable.
Maíz con aguante
La otra, pasa por el uso de materiales BT, donde se vienen incorporando cada vez más híbridos. Hay dos razones principales para su adopción: tratar de defenderse de las pérdidas por diatraea (barrenador del tallo) y a su vez, porque la cosecha de maíz se viene encimando con la de los grupos cortos de soja, y el productor prefiere cosechar antes la oleaginosa y dejar el maíz.
En la medida que difiere la cosecha del maíz, estos materiales BT le dan la posibilidad de tener menores pérdidas por quebrado, mantener el cultivo parado y aguantando mucho más que el cultivo de soja. En síntesis, se atrasa la cosecha y la planta está mucho mejor: parada, sin la espiga ataladrada, y con posibilidades de aguantar hasta 40 ó 60 días sin demasiados problemas de pérdidas.
Al mismo tiempo, la red de evaluación de híbridos de los Inta Oliveros y Venado Tuerto certifican que hay materiales convencionales de muy buen comportamiento y potencial de rendimiento, que vienen mejorando su tipo de planta y la calidad de caña que permite una mejor reacción frente al ataque de diatraea.
Hasta el momento, si se toma un listado de híbridos comparativos de rendimientos, se puede observar que existe una buena proporción de materiales convencionales que, no habiendo un ataque, superan a los materiales Bt.
Por eso, es necesario tener en cuenta que los transgénicos, en este caso, no aumentan sus rendimientos sino que se posicionan diferente en la medida que tengan una agresión mayor por parte del barrenador del tallo.
Brecha productiva
En maíz, todavía se pueden corregir diferenciales de 30 quintales. Para esto, el productor debe ajustar algunos puntos y no volcarse a invertir algún dinero más. Está bien utilizar la tecnología BT ó el control químico, pero no se deben descuidar otros factores que pasan por la planificación misma del cultivo.
Lo que se ve a campo, técnicamente, es que no siempre se logra la densidad adecuada de las plantas y, al caer la misma, el tipo de híbrido utilizado no tiene compensación ya que se empiezan a perder algunos quintales. Hay conflictos entre el tipo de sembradoras más difundidas en la región pampeana y la calidad de semillas que se están entregando. El tipo de calibre hace que por un lado los semilleros prioricen la calidad de sus semillas y su disminución de costos, atentando en algún aspecto por las dificultades para sembrar las mismas con equipos ó sembradoras de placas.
Al mismo tiempo, las sembradoras neumáticas no están tan difundidas, son caras y algunas no funcionan totalmente bien, ni contribuyen a mejorar la distribución de plantas.
Por otra parte, respecto al control de malezas, en las últimas campañas se vieron escapes en control de gramíneas, sobre todo al final del cultivo. En la que pasó, se pudo comprobar que con un mes de febrero muy seco, el momento del llenado fue muy significativo y contribuyó a que se acelerara el ciclo de cultivo, compitiendo por humedad con las malezas que produjeron altas pérdidas.
Así como la diatraea se lleva sus buenos quintales, muchos productores no han entendido lo necesario que es el ajuste de nutrición. La parte económica sigue siendo una limitante, y muchas veces no se repone lo que se saca del suelo para alcanzar buenos rendimientos. Hoy los rindes de la zona sur de Santa Fe, pasan por los 70 quintales por hectárea y ya se podrían estar superando, si se tienen en cuenta estos pequeños temas que hacen a la brecha productiva.
De no surgir problemas en la comercialización o exportación de los granos de estos maíces para los próximos años, la tendencia debería darse por continuar su posicionamiento. Por ahora, la oferta de híbridos BT es cada vez mayor, si se tiene en cuenta que se comenzó con uno el primer año, 3 ó 4 híbridos el segundo, 8 en la presente campaña y se esperan algunos más para las próximas.
A su vez, hoy ya el productor no está eligiendo un BT, sino que opta entre varios por uno con características particulares. La oferta hace más fácil la adopción de su tecnología. Por sus ventajas y evidencias que pasan por un tallo fuerte, sano y que no se pudre.
"Con el tiempo, los transgénicos tienen una base real, pero por otra parte son un argumento comercial que muchos países compradores utilizan como ventaja para lograr mejores precios.a avanza", señaló.