| | Panorama A pesar de todo el campo se mueve La producción agrícola sigue buscando mecanismos para salir de la crisis. El gobierno comienza a dar señales
| Susana Merlo
Como si fuera en medio de un inmenso desierto, la actividad productiva agropecuaria -con sus más y sus menos- se sigue moviendo, en un contexto de achicamiento y quietud generalizado. Es cierto que también el campo está produciendo sus recortes, que está descartando ciertas tecnologías que, aunque exitosas en lo productivo, resultan inviables económicamente en este momento. Es cierto también que está haciendo mucho menos de lo que podría, pero no es menos cierto que comparativamente, sigue siendo uno de los sectores más activos del país y el que muestra los mejores resultados, aunque sea a un costo muy alto. El campo está golpeado, pero "vivo", y los productores aún no bajan la guardia y buscan, casi desesperadamente, la forma de seguir adelante, trabajando más, recortando donde se puede, buscando alternativas y hasta estudiando para mantener lo conseguido tras años de esfuerzos. En este contexto, y a pesar de que se sigue postergando su selección integral entre los "elegidos" para recibir aunque sea los beneficios de los planes procompetitividad del gobierno (ahora se habla de la incorporación de celulosa y gráficos), tímidamente van apareciendo algunas señales de las empresas agropecuarias, servirán como nuevos instrumentos productivos que tiendan a mejorar la competitividad. En este escenario se puede inscribir la aprobación, después de casi tres años de inactividad en la materia, de otro material transgénico: el algodón, inexplicablemente postergado durante 33 meses y que permitirá a los productores de varias zonas encarar con mejores resultados -y menores costos- una actividad que viene muy jaqueada en las últimas campañas. Por supuesto que nadie dirá cuanto perdió el sector en general y los productores en particular, por no haber contado con esta semilla desde 1998 y, mucho menos, nadie se hará cargo de esas pérdidas potenciales, pero lo importante ahora es que finalmente se destrabó, la herramienta ya está disponible y seguramente a ésta seguirán toda una serie de obtenciones fundamentales que figuran en la atrasada lista de espera. En la misma línea se inscribe la puesta en marcha de la comisión de biotecnología que funcionará como asesora del Secretario de Agricultura ya que, se concluyó, el tema será considerado como una "política de estado", hecho fundamental si se consideran las derivaciones políticas y económicas, tanto locales como internacionales, que tiene el controvertido tema, debido a la oposición que siguen ejerciendo algunas organizaciones internacionales no gubernamentales favorecidas, en gran medida, por la desinformación de los consumidores. Relacionado en parte con esto, también habría comenzado algún movimiento oficial para reflotar el eliminado Inase (Instituto Nacional de Semillas), que fuera disuelto por la Jefatura de Gabinete en noviembre pasado. En ese momento, el proyecto oficial anunciaba la eliminación de cerca de 90 organismos descentralizados. Sin embargo, la única que se concretó fue la del Inase, probablemente uno de los pocos organismos eficientes, profesional, con superávit económico y estratégico para el país y los productores, debido a su temática. Ahora, parece reabrirse alguna posibilidad de recuperarlo. Otras áreas como la de lechería también van registrando algún movimiento y después de muchos meses de "silencio", al menos, se iniciaron algunas conversaciones y propuestas de distintos tipos. Daría la impresión de que es Agricultura la que, aunque sea desde lo operativo, vuelve a tener cierta ejecutividad actuando, en primera instancia, sobre las abultadas pilas de expedientes atrasados, y dejando entrever algunas líneas de acción que pueden resultar interesantes. Sin embargo, esto que sin duda es bueno (o "mejor que nada", al decir de algunos). No alcanza si no forma parte de un esquema integral o programa global. De poco sirven las medidas de alivio puntuales para un rubro (frigorífico, lechero o cualquiera) si el conjunto no se rige por la misma vara, entre otras cosas, porque la explotación agropecuaria argentina, en general, incluye varios rubros por establecimiento. Además, los principales problemas que afectan al sector (y que son casi los mismos que afectan a todos los restantes sectores productivos del país) no dependen directamente del área específica, sino que mayoritariamente pasan directamente por las decisiones y políticas que emanan del Ministerio de Economía. Y esto se centra en dos ítems básicos: la política fiscal y el costo financiero. Mientras no se produzca una rebaja en la carga de ambos, y una racionalización acorde al país que hoy tenemos, no hay esquema productivo que sobreviva, y mucho menos que crezca. Todo lo demás, aunque bueno, no es más que una aspirina.
| |
|
|
|
|
|
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|