Año CXXXIV
 Nº 49.121
Rosario,
sábado  19 de
mayo de 2001
Min 8º
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Fuera de foco
Alejandro Geliberti: "Es un juicio a la sociedad"
"Crónica de un pecado capital" se estrena hoy

-¿Cuál es el argumento de la obra?
-Narra un día en la vida de un tipo que pasa por una instancia límite de su vida y que es juzgado por ese acto cometido un tiempo atrás. Lo que planteamos es el hecho de que el bien y el mal habitan en uno mismo. Uno es bueno o malo según las circunstancias y el juicio lo hace la propia conciencia y su culpa a partir de reconocer que se equivocó.
-¿Tiene connotaciones religiosas?
-No. Alguna persona puede entenderlo así porque generalmente la culpa se asocia a la religión, pero la culpa podría interpretarse como el yo y el superyo, el consciente o el inconsciente.
-¿La acción transcurre en la actualidad?
-Sí. Es un tipo común, un vendedor de seguros que hizo dinero a costa de algunas cuestiones en las que no tendría que haber tranzado nunca. Su culpa y su conciencia lo ayudan a descubrirse íntimamente. En esta persona el conflicto se plantea desde el principio y llega al punto de vender sus afectos a cambio de dinero, y le va muy bien, pero se queda sin afectos y en ese momento reconoce su error.
-Tienen una visión optimista de la naturaleza humana.
-Creemos que el hombre es bueno y es malo y nuestro deber es rescatar al bueno.
-Sigue sonando bíblico...
-Y... puede ser, pero no tiene que ver con una cuestión religiosa. Se trata de creer que el hombre puede ser diferente. La maldad y la bondad son una entelequia, el bien y el mal están personificados a través del hombre.
-¿Quiénes serían hoy los representantes de ese mal?
-Es una pregunta muy dura... Creo que la clase política tendría que empezar a tomar otra actitud, pero no sé si son sólo ellos, porque la clase política es parte de la sociedad y hoy todos estamos un poco enfermos. Desgraciadamente parece que los políticos lo están un poco más que uno.
-¿Hay alguna relación de este trabajo con otros anteriores?
-Nuestro grupo siempre se especializó en trabajos de este tipo: trabajamos con chicos discapacitados, en la cárcel de encausados, en granjas de adictos durante cinco años. Tiene que ver con la ideología del grupo que apunta a la formación del hombre y la búsqueda de un hombre no se si perfecto, pero sí perfectible.
-¿Esas experiencias inspiraron "Crónica de un pecado capital"?
-Un eje más general es la condición de la gente que está sola, que roba, del hambre, de la desocupación, es un intento por no ser cómplice de la parte de la sociedad que se calla y ahí aparecen esos temas. Es una especie de juicio a la sociedad. El personaje protagónico termina pidiendo a sus pares que lo ayuden, porque desde algún lugar son un reflejo de él.
-¿El público actúa como jurado?
-Lo que hace el actor es pasarles la pelota a los espectadores, comprometerlos e intentar que reflexionen y adopten una posición. Si algún actor se suma al tema de la ayuda, tenemos previsto seguir hasta donde dé la situación.
-Y lo condenarían inmediatamente.
-Claro, y la obra se terminaría muy rápido.
"Crónica de un pecado capital", a las 22.15, en la sala del Colegio San José, Presidente Roca 150.



La obra se presenta en el Colegio San José, Roca 150.
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