Un nuevo cometa podrá ser observado en Argentina desde la última semana de mayo, especialmente el 1º de junio, y quizás sea la última vez que se lo vea porque sufre un proceso de partición que puede hacerlo desaparecer. "Se trata del C/2001 A2 Linear que se encuentra por estos días a 120 millones de kilómetros del Sol y a 100 millones de la Tierra", indicó Julio Guerrieri, vocero de la Liga Iberoamericana de Astronomía (Liada).
El experto señaló que "si bien el cometa podrá ser visto con prismáticos y binoculares de pequeño tamaño durante la última semana de mayo y la primera de junio, la mejor fecha es el 1º de junio, a partir de las 19.30, cuando se tendrá la posibilidad de disfrutar de su brillantez a simple vista". Guerrieri anticipó que "el 1º de junio este cometa alcanzará el perihelio, es decir, el punto más cercano al Sol, y también la mínima distancia con el planeta Tierra, que será de unos 119.800 kilómetros".
Asimismo, "en esa fecha tendrá su máximo brillo de alrededor de 3.9 magnitudes lo que lo hará visible a simple vista en zonas de poca luz de la ciudad", adelantó el especialista.
En este sentido, Guerrieri explicó que "un cometa es un inmenso témpano de hielo de agua y gases congelados, y la mayor parte de su vida la pasa en silencio, sin cola y en plena oscuridad. Pero cuando se acerca al Sol, éste comienza a calentarlo, se registran explosiones en su interior, y se forma así la conocida cola que puede tener millones de kilómetros de longitud, y al diluirse por el calor se acrecienta su brillantez", comentó el experto.
La desintegración paulatina del cometa Linear mostró el año pasado su estructura y composición a los astrónomos que siguieron el proceso con algunos de los telescopios más poderosos del mundo. El cometa, de unos 800 kilómetros de ancho, se desprendió de rocas del tamaño de montañas y toneladas de hielo se evaporaron mientras se despedazaba para finalmente desintegrarse al chocar contra el Sol, dijo Hal Weaver, de la Universidad Johns Hopkins y coautor de un estudio que la revista Science publicó ayer.
"Creemos que presenciar su desintegración fue casi como ver su formación, pero en reversa", dijo Weaver, director del equipo de astrónomos que observó el fenómeno. Agregó que el análisis de la desintegración del Linear apoya la idea de que los cometas pudieron haber traído a la Tierra agua y sustancias químicas orgánicas que más tarde darían origen a la vida.
Weaver dijo que el estudio de otros tres cometas: Halley, Hale-Bopp y Hyakutake, había hecho surgir dudas porque la composición química del agua en esos objetos celestes era diferente a la de los océanos de la Tierra. Empero, las características del Linear sugieren que la composición química de su agua era semejante.
Weaver dijo que la fragilidad del cometa los sorprendió. "Las fuerzas que lo destrozaron fueron moderadas. No fue como si hubiese sido volado con dinamita", agregó. Esto apoya el punto de vista tradicional de que los cometas son inmensas pilas de basura cósmica, con poca cohesión, agregó.
Los investigadores también se sorprendieron por la proporción de hielo-polvo y roca en el Linear. Hace décadas los especialistas creían que los cometas eran bolas de nieve sucia, objetos formados por hielo, rocas y polvo. Pero Weaver dijo que el análisis del Linear sugirió que tenía cerca de 100 veces más roca sólida que hielo.
Además, el hielo se evaporó a temperaturas mucho más altas de lo esperado, lo que sugiere que el cometa se formó cerca del Sol, quizás alrededor de la órbita de Júpiter.
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La Ciudad
