Gaza. - Israelíes y palestinos confrontaban ayer la perspectiva de más muertes y destrucción, después de que funcionarios de alto rango en ambas partes amenazaron con intensificar un conflicto que ha dejado ya más de 500 muertos y miles de heridos en los últimos siete meses. El ministro de Seguridad Pública israelí, Uzi Landau, hablando en Nueva York, dijo que el gobierno del primer ministro Ariel Sharon estaba intensificando su reacción a la revuelta palestina y previno de que podría recurrir a un "combate total" para contener la insurgencia.
Ahmed Abdel-Rahman, un asesor presidencial palestino de alto rango, prometió a su vez que los palestinos intensificarían su lucha contra la ocupación israelí en respuesta a una nueva ronda de ataques israelíes con misiles en Cisjordania y la Franja de Gaza. Abdel-Rahman denunció el bombardeo por un helicóptero artillado israelí de puestos de seguridad palestinas como una "locura de Sharon" y dijo que no aplastará la revuelta de casi ocho meses en pro de un Estado independiente.
El presidente palestino, Yasser Arafat, de regreso a Gaza tras realizar visitas a Egipto y Túnez, emitió ayer un mensaje de desafío. "Ellos piensan que pueden poner de rodillas al pueblo palestino, pero que se olviden eso. Nunca nos humillaremos y nunca nos rendiremos", dijo. Pero Landau, durante una visita a Nueva York para discutir el conflicto de Medio Oriente con líderes judíos estadounidenses, dijo la noche del miércoles que Israel estaba actuando en defensa propia. "Lo que hay es una decisión clara en la Autoridad Palestina de incrementar las actividades terroristas hasta que, por medios violentos, estén en capacidad de amilanarnos y extraer concesiones que no estamos dispuestos a hacer", dijo Landau en Nueva York. "También estamos incrementando nuestras propias actividades a fin de protegernos. Pero creo que eventualmente tendremos que emprender un combate total", agregó.
Incursión aérea
Un ataque aéreo israelí de dos pinzas dejó ayer al menos 14 heridos en el campamento de refugiados de Jabalya en Gaza y truncó el suministro de energía eléctrica en la ciudad cisjordana de Jenin. Fue la tercera operación de ese tipo en una semana de violencia cada vez más intensa. Tanques israelíes y motoniveladoras también ingresaron a un campo de refugiados en otra parte del sur de Gaza, disparando proyectiles de artillería y destruyendo sembradíos, dijeron los funcionarios. "La locura de Sharon lo podría llevar a intentar la reocupación de una o dos ciudades palestinas en un esfuerzo de frenar la Intifada, pero esa aventura lo llevará eventualmente a su tumba política, a su caída", dijo Abdel-Rahman. "Los bombardeos, los asesinatos, la reocupación de ciudades sólo llevarán a la ira palestina y a más empeño de terminar con la ocupación y expulsar a los colonos judíos", agregó.
Aun cuando amenazó con medidas más vigorosas, Landau admitió que tropas israelíes cometieron un error al dar muerte a cinco policías paramilitares palestinos el lunes en Cisjordania, un ataque calificado de asesinato a sangre fría por los palestinos. Landau dijo que los policías se encontraban en una posición que durante meses había sido utilizada por palestinos armados para disparar contra los israelíes. "Por lo que respecta a esto, no fueron ni la meta ni el propósito de nuestras fuerzas de seguridad de atacarlos personalmente, estábamos buscando a otros que eran directamente responsables de los tiroteos. Sucedió que ellos los reemplazaron", dijo. "Ese fue el error que cometimos". El jefe de estado mayor del ejército israelí, Shaul Mofaz, ha dicho que sus soldados no pretendían matar a los policías y ha prometido una investigación exhaustiva. Al menos 425 palestinos, 80 israelíes y 13 árabes israelíes han muerto desde que comenzó, a fines de septiembre de 2000, la revuelta palestina.