El ministro de Economía, Domingo Cavallo, aseguró ayer que la recuperación total de la competitividad de la economía argentina demorará "dos años", gracias a las políticas de "abaratar los costos de las nuevas inversiones y eliminar los impuestos distorsivos" que lleva adelante el gobierno. Cavallo -quien disertó en un encuentro organizado por la Universidad Austral en la localidad bonaerense de Pilar- sostuvo también que la operación de canje de deuda que está preparando el gobierno permitirá "revertir la desconfianza" que existe en los mercados financieros respecto de la Argentina. En ese sentido, mencionó como uno de los responsables al ex presidente del Banco Central Pedro Pou, quien "hizo que en el exterior tengan desconfianza de los bonos argentinos", como consecuencia de que mientras estuvo al frente de la autoridad monetaria se desprendió de los títulos emitidos por el Estado, que integraban las reservas de la entidad que encabezaba. Cavallo destacó, en contraposición a la decisiones de Pou que, según él, "contribuyeron a la deflación", la figura del actual responsable del Central, Roque Maccarone. "Es el mejor banquero de la argentina y sabe de crisis, como lo demostró en 1995 cuando manejó la situación (provocada por el efecto tequila), mientras el Directorio del Banco Central (que en esa época presidía el ex ministro de Economía Roque Fernández) estaba inmovilizado por el susto", señaló. Para Cavallo, la presencia de Maccarone es un factor de confianza para los mercados, aunque consideró que la solvencia fiscal juega un rol decisivo en la recuperación de la credibilidad. Al respecto, destacó que "sin crecimiento, no hay solvencia fiscal posible", por lo que las políticas que está llevando adelante el gobierno están enderezadas en ese sentido. Así, reconoció que la carga fiscal, las distorsiones impositivas y las excesivas regulaciones "dificultan la inversión". Por ese motivo, ratificó que su intención es construir "un sistema tributario basado en dos impuestos: el IVA, con una tasa, a futuro, más baja que la actual, y el impuesto a las ganancias a las personas y empresas, con un único sistema de anticipo", conformado por el actual impuesto a las transacciones financieras. También destacó que se "eliminarán todos los impuestos distorsivos", mientras que, como sucede con los sectores beneficiados por los planes de competitividad, "los aportes patronales serán computados a cuenta del IVA, como el IVA compras". Tras destacar que en ese esquema "todos deberán pagar IVA y ganancias", Cavallo consideró también "hay que abaratar el costo de las nuevas inversiones y eliminar las regulaciones que dificultan" la llegada de capitales. Consultado acerca de por qué el gobierno había optado por una operación de canje de deuda en lugar de recurrir a un nuevo préstamo del FMI, como hizo Turquía, Cavallo explicó que si bien "estamos seguros de que lo hubiéramos conseguido, nuestra estrategia fue armada sin pedir dinero adicional".
| |