Canciones a la brit pop, retazos de los 80, rock redondito y renguero, rock sónico, pop espacial, funk de los 70, música disco, jazz sintético, tecno pop, ambient. Esta mezcla entre previsible y refrescante se puede encontrar en los cuatro compilados de "Generación 2000", el proyecto para promocionar bandas nuevas de Zeta Bosio. La edición está dividida en cuatro CDs: Pop, Rock, Funk y Vanguardia. El compacto correspondiente al Pop, por varios cuerpos, es el más logrado. No hay originalidad, pero sí buenas canciones, de esas que permanecen en la memoria (aunque sea por un día). Ahí están los britpoperos e irresistibles Circopam y Siderales, y el flashback a los argentos 80 de Oisin y Abril Siempre. También está No Disco, el grupo de Florencia Zabala, la ex de Charly García, una mezcla de Erica García con María Fernanda Aldana. El compilado de Rock suena a rancio. Tottus Toss contagia su energía con "Mal de ojos" y Veta Madre seduce con una canción hipnótica como "Nada el tiempo". Tampoco falta la inconfundible marca barrial de El Grito. En el compacto de Funk se nota que hay experiencia y oficio. Algunos apelan a fórmulas gastadas (como San Camaleón o Cazadores de Cabezas), pero La Fakin hace mover la patita y los Dragones de Komodo pegan fuerte con su funk instrumental con arreglos jazzeros. Si buscan novedades en el álbum de Vanguardia están perdidos. Sí hay experimentos interesantes, como el de Nu Jaazz, que se luce con la voz sensual de Celsa Mel Gowland, o el de Juan Blas, con su tecno frío y percusivo. Sólo en la variedad de los compilados se pueden encontrar algunas luces que realmente brillan. El deseo es que no se apaguen demasiado pronto.
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