Charlize Theron tiene un seleccionado de actores en su carrera. Desde "Eso que tú haces", con Tom Hanks, comenzó a trabajar con los intérpretes más cotizados de Hollywood. "El abogado del diablo" la puso junto a Al Pacino y Keanu Reeves. "Celebrity" le dio la fama de haber trabajado con Woody Allen y de haberse cruzado con Leonardo DiCaprio, además del respetado Kenneth Branagh. En "The Astronaut's Wife" era la esposa de Johnny Depp. "Las reglas de la vida", que estuvo nominada al Oscar, la encontró como la amante de Tobey Maguire. Los amigos Matt Damon y Ben Aflleck también fueron su galanes. El primero en "Leyendas de vida", la película de Robert Redford que aún está el cartel. El segundo en "Reindeer Games", un filme de John Frankenheimer. En "Hombres de honor" es la esposa del mandamás Robert De Niro. En "La traición", estrenada el jueves pasado, es la novia de Joaquin Phoenix pero coquetea con Mark Walhlberg, el actor de "Una tormenta perfecta" y de la próxima "El planeta de los simios", de Tim Burton. Aun sin fecha de estreno en la Argentina, "Sweet November" la unirá otra vez con Reeves. Nada está hecho al azar en la carrera de Theron. Su filmografía lo demuestra. A pesar de su juventud, es imposible no haberla visto en una película de los últimos años. A su talento actoral la joven sudafricana suma la inteligencia de un buen representante, que sabe cuidar el futuro de su estrella, porque entiende que en Hollywood las inversiones a largo plazo pueden rendir tan bien o mejor como las estrellas de un momento. A la larga se convierten en sinónimo de calidad y son capaces de salvar a una película del naufragio.
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