Paola Soldano
El Parque Nacional El Rey es una zona de la provincia de Salta muy conocida por su exuberante vegetación, su clima cálido y la importante diversidad de animales salvajes que la habitan, que desde 1948 está destinada a la conservación de especies forestales y faunísticas. Un total de 44 mil hectáreas, apostadas a unos 190 kilómetros al sur de la capital de Salta y sobre el oeste de la ciudad de Metán, conforman esta hermosa reserva nacional, cuya topografía de difícil acceso se asemeja a una herradura, que limita con las sierras Cresta de Gallo y del Piquete. Una vez en el interior de este hermoso predio, que cuenta en toda su extensión con una gran variedad de sorpresas que brinda a diario la naturaleza, se distinguen tres zonas principales, que son la del valle, la del bosque y la de las cumbres o prados alpinos. Los especialistas en animales aseguran que al transitar por el interior de esta reserva natural de Salta, sorprenden los animales salvajes, ya que se hace frecuente ver el tranquilo andar de los corzuelos, zorros, coatíes, monos y antas o tapires. Por otro lado están las aves, entre las que se destacan los cóndores, los pájaros cantores, el chajá, mientras que las cigüeñas y el martín pescador están principalmente asentados en lagunas, ríos y arroyos de agua transparente. Vehículos especiales visitan el parque a menudo, con grupos de turistas atraídos por la naturaleza, que también tienen la posibilidad de recorrerlo a caballo y de presenciar los espectáculos que existen en el lugar, con vistas panorámicas inolvidables, ideales para la fotografía. Especies curiosas Según los datos que aporta la publicación Así Es Salta, editada por Raimundo García Pinto y dirigida por Lucrecia Valero, el clima y la flora se condicen con la selva tucumano-oranense, con un monte de variada vegetación, con hierbas e imponentes helechos, además de especies raras y curiosas. En la zona de los valles predominan el monte arbustivo, la conocida tusca, el churqui, y los sauces y ceibos, que generalmente aparecen en las orillas de los arroyos, mientras que un poco más arriba se pueden ver palos borrachos y el cebil colorado. En lo más alto del parque, que fue creado en 1948, también se encuentran nogales, cedros, laureles, quina y pacará, entre otros árboles, muchos de los cuales impresionan porque llegan a medir más de 30 metros de altura y alcanzan un diámetro de hasta 3 metros. Enredaderas, lianas y orquídeas muestran dónde comienza la selva, que en esta reserva se manifiesta en todo su esplendor, mientras que en la zona de los prados alpinos se pueden divisar bosques de pinos y alizos, entre otras de las especies vegetales existentes. En otro párrafo, la mencionada publicación cuenta que el parque nacional El Rey posee, en su interior, varios remansos de hasta 100 metros de longitud y unos cuantos de profundidad, donde los adeptos a la pesca pueden hallar, principalmente, sábalos, dorados y bagres.
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