El hecho generó la enérgica reacción de la CGT que lidera Hugo Moyano, quien repudió "la salvaje represión ejercida por el gobierno de Córdoba" sobre los empleados de Epec, "quienes en un gesto de dignidad nacional y de legítima defensa de sus puestos de trabajo, rechazan la privatización".
Entre otras manifestaciones, Moyano dijo que "un gobierno que reprime a los trabajadores no tiene nada de peronista, un gobierno que entrega el patrimonio del pueblo traiciona su mandato y, por lo tanto, pierde legitimidad".
En similares términos se expresó el Sindicato de Luz y Fuerza, que mediante un documento afirmó que "el gobernador (José Manuel) De la Sota, que se dice «peronista»', encarcela obreros para aplicar el plan de los organismos financieros internacionales y los especuladores".
El gremio acusa
Luego de denunciar la "masiva detención de trabajadores en plena democracia", el gremio sostuvo que al "modelo Córdoba ya no le alcanza con la corrupción", ahora "necesita la represión".
Las detenciones se realizaron en el marco de la orden impartida por el fiscal de Instrucción Juan Marcelo Sanmartino, y fueron supervisadas personalmente por el jefe de policía, comisario general Luis Iturri, quien ordenó el traslado de los detenidos a la Alcaidía de la Jefatura de la repartición.
Hasta ese lugar y en respuesta a las gestiones realizadas por la conducción sindical en la Legislatura, llegaron ayer un centenar de manifestantes liderados por Racero, a quien acompañaban además el senador radical Miguel Nicolás y el diputado frepasista José Vicente.
En un principio, la fuerte custodia policial apostada en torno a la Alcaidía dificultó el acceso de los legisladores, lo que motivó algunos roces y protestas a viva voz, pero el episodio quedó rápidamente superado.