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Vivimos entre rejas

Cuando a uno le toca vivir una situación de violación de domicilio con robo, por insignificante que sea el valor de lo sustraído, tal como me sucedió atrás, toma conciencia de la indefensión en la que se encuentra inmersa nuestra sociedad. Los delitos rara vez llegan a esclarecerse porque pareciera ser que las leyes vigentes están hechas para amparar los derechos humanos de aquellos que no respetan los derechos de los demás. Yendo más lejos aún, si observamos cada una de nuestras casas, sin importar la condición económica de sus ocupantes, advertiremos, ya sin asombro, que tienen rejas por todos lados, lo cual nos lleva a concluir que en nuestra sociedad los delincuentes andan sueltos en tanto que a la gente honesta le toca vivir entre rejas. ¿No es esto el reino del revés?
Jorge Colaccini