Habilitan en Villa Cañás una planta para abatir arsénico

La obra permite controlar los parámetros perjudiciales de ese elemento y de flúor

Villa Cañás. - La Cooperativa de Provisión de Agua Potable inauguró una planta de abatimiento de arsénico y flúor, a través de un proyecto en el que participó la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario. La obra permite controlar los parámetros perjudiciales con menores costos que con plantas de ósmosis inversa.
La institución, que viene brindando el servicio de agua corriente hace dos décadas, planteó la necesidad de optimizar la calidad del fluido al constatar la contaminación por arsénico y flúor. El presidente de la entidad, Jorge Galván, recordó el camino recorrido para solucionar el tema, y reflotó la promesa de construcción de los grandes acueductos provinciales.
Años atrás, esa noticia llenó de esperanza a la zona, pero con el tiempo se fue desvaneciendo. Los responsables de la calidad del agua en Villa Cañás decidieron buscar recursos alternativos. "El Centro de Ingeniería Sanitaria de la Facultad de Ingeniería y Agrimensura de la UNR, había desarrollado un sistema que nos aseguraba eficiencia en el abatimiento de arsénico y flúor a menores costos con relación a la planta de ósmosis inversa", explicó Galván.
La Cooperativa y la Facultad trabajaron juntas durante un año para instalar el método basado en la coagulación -absorción sobre flóculos de sales de aluminio-, técnica que resulta aplicable para tratar aguas con baja dureza y pocas sales.
Según el Centro de Ingeniería Sanitaria (CIS), que registró ese método como Arcis-UNR, en la zona sur de la provincia hay unas 25 poblaciones que se abastecen con aguas subterráneas con concentraciones de arsénico que varían entre 0,10 y 0,30 microgramos por litros, mientras que para el flúor dichas concentraciones van de 1,7 a 2,0 mg/l. Como esos valores distan considerablemente de los recomendados por la ley 11.220, en Villa Cañás se proyectó construir dicho sistema para unos 11.200 habitantes a través de dos módulos con capacidad para 550 metros cúbicos por día, y utilizando cloruro de polialuminio como coagulante.
La ingeniera Ana María Ingalinella, directora del CIS, señaló que se está ante una demostración de transferencia de conocimientos por parte de la universidad. Para el intendente Alberto Romagnoli, la obra es la evidencia de que puede existir una ligazón entre las altas casas de estudio y la comunidad.
La cooperativa nació por la inquietud de un grupo de vecinos, para llevar adelante un proyecto de distribución centralizada y controlada de agua por red, a través de un proceso de cloración.