Miguel Pisano
La confirmación del regreso del delantero Rafael Maceratesi o su reemplazo por el enganche Luciano De Bruno es la única duda que mantiene el director técnico de Rosario Central, Edgardo Bauza, para ratificar la formación del equipo que visitará pasado mañana a Cobreloa de Chile, en el desierto de Calama, por el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores de América. "Al Rafa lo vamos a esperar. Si está bien jugará, si no va a entrar De Bruno", advirtió el Patón Bauza a Ovación en el atardecer de ayer, luego de la práctica de una hora de fútbol que el plantel cumplió en el Gigante de Arroyito. -¿La duda es real o lo hacés por cábala? -No. El Rafa estuvo 38 días sin hacer fútbol y quiero verlo, así que lo vamos a esperar. -El Rafa dice que le falta soltarse. -Seguro, le falta soltarse un poco y tengo que hablar con él para ver si llega. El probable equipo canalla formará entonces con Tombolini; Marra, Daniel Díaz, Loeschbor y Lequi; Erroz, Daniel Quinteros, Cuberas y Ezequiel González; Maceratesi o De Bruno y Pizzi. Justamente el goleador canalla convirtió ayer los cuatro tantos con los que el equipo goleó a un conjunto de juveniles de la cuarta de AFA. El primero fue un córner de Ezequiel desde la derecha, que el Flaco Lequi peinó en el primer palo y que Pizzi cabeceó en el otro, junto al poste derecho. El segundo nació de una buena jugada entre Ezequiel, Cuberas y el Rafa por la izquierda, que Pizzi remató de zurda. El tercero consistió en un buen desborde de Cuberas por la izquierda, con un centro pasado que Maceratesi devolvió de media chilena y que Pizzi definió con una volea de derecha. Y el cuarto fue un golazo: córner corto de Ezequiel desde la derecha y la perfecta palomita de Juan para clavarla en el ángulo superior izquierdo. Además del goleador de la tarde, en la práctica sobresalieron el Negro Quinteros, que cortó, metió y ordenó al equipo a grito limpio, como un cinco de antes; el Flaco Lequi, que salió casi siempre jugando, Darío Marra, que hasta se dio el lujo de meter un sombrero y un gran centro de primera; y Luciano De Bruno, que entró en el complemento por el Rafa, gambeteó a dos marcadores y metió un derechazo al ángulo izquierdo, que Campestrini desvió al córner. El equipo tuvo buena circulación de pelota y en general mantuvo el orden defensivo, aunque dio la impresión de que la orden del cuerpo técnico era hacer correr el balón y no hacer demasiado desgaste, una consigna que a veces se torna de difícil consecución durante un partido. "¡Faltan tres minutos, seguimos así como si ganáramos 1 a 0!", ordenó el Patón Bauza, antes de dar por terminada la práctica.
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