El cantante pop británico George Michael recibió autorización oficial para seguir adelante con sus planes de añadir una piscina a su antigua residencia inglesa en la localidad de Goring, en el condado de Oxfordshire. Vecinos de la zona habían criticado los planes porque las obras modificarán el carácter del pueblo, en el que no se construye nada desde hace cientos de años. Los vecinos de Michael también habían protestado por el mal gusto del cantante y aseguraron que el terreno se inundó tres veces en el último año. Ahora temen que el cantante se envalentone y quiere construir una casa para sus huéspedes.