Radio Vaticano se adaptará a la legislación de Italia

Radio Vaticano trasladará de su centro emisor en las cercanías de Roma su programación de onda corta de forma inmediata, y la de onda media a medio plazo, para adaptarse así a la legislación italiana en materia de contaminación electromagnética.
La medida fue anunciada ayer tras una reunión del Consejo de Ministros en Roma, en la que se expusieron las conclusiones de la comisión bilateral del gobierno italiano y de la Santa Sede que debatió el efecto de las radiaciones nocivas en la región.
Las denuncias de radiaciones nocivas de las antenas de la emisora papal, situadas en Santa María de Galera (cercanías de Roma), originaron un conflicto entre el Vaticano y el gobierno italiano, además de una seria división interna en el seno de este último.

Casos de leucemia
Paralelamente, las denuncias de casos de leucemia infantil -presuntamente vinculados a las radiaciones provocadas por la radio Vaticano- presentadas por los residentes en las poblaciones cercanas a las instalaciones habían llegado hasta un tribunal de la ciudad de Roma.
Las mediciones efectuadas por los técnicos habían confirmado que los valores registrados junto a los repetidores de la emisora superaban la emisión de 20 voltios por metro, cuando el límite legal es de 6 por metro.
El ministro del Ambiente, el verde Willer Bordon, que había llegado a amenazar con cortar el suministro eléctrico a la emisora vaticana, señaló ayer su descontento por el nuevo plazo concedido por el Ejecutivo, al considerar que "no se puede continuar vulnerando las leyes italianas".

Reacondicionamientos
El lunes pasado finalizó el plazo dado por las autoridades italianas para que Radio Vaticano reacondicione sus instalaciones, después de que la emisora comenzara a aplicar una reducción de siete horas diarias en sus transmisiones en onda media para limitar la contaminación electromagnética que habría generado las denuncias.
Por su parte, el ministro de Agricultura italiano, Alfonso Pecoraro, anticipó que el actual Ejecutivo discutirá la próxima semana con el consejo de ministros, sobre un decreto que fije de forma rigurosa los límites de radiaciones electromagnéticas, que afectan a cerca de 200 mil italianos que residen en las cercanías de torres de alta tensión y de antenas de radio o telefonía móvil.