Año CXXXIV
 Nº 49.105
Rosario,
jueves  03 de
mayo de 2001
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Tras las huellas del apóstol San Pablo, el Pontífice visita Atenas, Damasco y Malta
El Papa inicia una conflictiva gira europea
Juan Pablo II espera mejorar las relaciones con los cristianos ortodoxos y musulmanes

El Papa Juan Pablo II, a pesar de su precaria salud, emprenderá mañana una delicada misión en busca de fomentar la paz religiosa y política que lo llevará de la Grecia ortodoxa a la Siria musulmana y la católica Malta. El Vaticano llama a la gira papal "Peregrinación tras las huellas del apóstol San Pablo".
La gira del 4 al 9 de mayo pondrá una vez más a prueba la cada vez más frágil resistencia del hombre que en alguna oportunidad fue apodado El Atleta de Dios, porque sus viajes dejaban sin aliento a sus asistentes.
Sin embargo, su debilidad física no es la única dificultad a la que se enfrenta el Sumo Pontífice, quien este mes cumplirá 81 años. Nunca antes una iglesia nacional había mostrado tal frialdad al Papa: "El sínodo de los obispos de la Iglesia Ortodoxa de Grecia ha decidido no oponerse a la visita", se afirma en un escueto comunicado oficial.
Será la primera gira del año al extranjero y su escala en Siria lo lleva a Oriente Medio por primera vez, desde que el proceso de paz de la región comenzó a desbaratarse.
Ayer el Papa pidió a los católicos rezar para el éxito de su viaje, el cual aseguró tiene para él "mucho significado". El Pontífice dijo esperar que su visita a Grecia mejore las relaciones con los cristianos ortodoxos y que su visita a Siria hará lo propio en relación con los musulmanes.
El propósito oficial de su gira, la número 93 fuera de Italia, es seguir los pasos del apóstol San Pablo, quien se convirtió al cristianismo en la ruta a Damasco y luego predicó en Atenas y Malta de camino a Roma, donde fue decapitado.

Abierta hostilidad
La gira comenzará en Grecia, un país de mayoría ortodoxa donde el Papa y la iglesia católica de Roma son apreciados con indiferencia, cuando no con abierta hostilidad. Durante su escala de 24 horas en territorio griego, que según fuentes del Vaticano será intencionadamente breve por motivos políticos y de seguridad, el Papa se adentrará en un campo religioso minado.
Después de muchas deliberaciones, la iglesia ortodoxa de Grecia accedió a aprobar de la invitación del gobierno para la visita, la primera de un Pontífice desde el Gran Cisma de 1054 que escindió al cristianismo en sus ramas oriental y occidental.
Antes de la visita, para la cual Atenas ha ordenado un enorme despliegue de seguridad, extremistas ortodoxos han calificado al Papa con una serie de apelativos, desde "un hereje con dos cuernos" hasta "un diablo disfrazado".
La comunidad católica de Grecia, de 200 mil fieles en un país de 11 millones de habitantes planea darle una recepción diferente en una misa.
Las relaciones entre los cristianos católicos y ortodoxos, difíciles aún en las épocas menos conflictivas, han experimentado severas tensiones desde la caída del comunismo en 1989. Comunidades ortodoxas en países de la ex Unión Soviética y Europa Oriental han acusado a los católicos, cuyas actividades fueron reprimidas por los regímenes comunistas, de aprovecharse del nuevo clima de libertad para ganar conversos.
En Siria, el segundo país en el itinerario del Papa, Juan Pablo II instará a la paz en la región. Juan Pablo II hará su llamamiento desde la ciudad de Quneitra, en los Altos del Golán, que Israel capturó durante la llamada Guerra de los Seis Días de 1967 y que devolvió a Siria tras un acuerdo negociado por Estados Unidos, en 1974. Tropas israelíes destruyeron Quneitra, pero siguen ocupando el oeste de los Altos del Golán.
En Siria, el Papa recordará a San Pablo. En Damasco, cuando todavía se llamaba Saulo, el que fuera perseguidor de cristianos tuvo la visión que provocó su conversión. Según la tradición se le apareció Jesús de Nazaret crucificado y le preguntó: "¿Saulo, Saulo, por qué me persigues?". Saulo pasó a ser Pablo, el apóstol.
En Damasco, Juan Pablo II tiene previsto hacer nuevamente historia: será el primer Papa que entre en una mezquita. El domingo visitará la Gran Mezquita de la ciudad. El templo, de 1.300 años de antigüedad, es considerado una de las mezquitas más suntuosas del mundo. Aquí Wojtyla se reunirá con los líderes musulmanes. El 90 % de los 15 millones de sirios son musulmanes, frente a sólo un 9 % de cristianos.
Después de cuatro días en Siria, el Papa culminará su gira Malta, donde predominan los creyentes católicos. Allí, oficiará una ceremonia de beatificación para tres malteses. También para San Pablo fue ésta su última parada antes de viajar a Roma. Sin embargo, aquí el apóstol ya se encontraba encarcelado. San Pablo fue decapitado en la Ciudad Eterna, convirtiéndose en uno de los primeros mártires cristianos.



Juan Pablo II pidió oraciones para el éxito de su periplo.
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