Jerusalén. - El Parlamento israelí reclamó la suspensión de la controvertida representación de la "Valkiria" de Richard Wagner, prevista para julio próximo en el marco del Festival de Israel, en Jerusalén. Diecisiete parlamentarios votaron ayer a favor de este reclamo, en una sesión especial en la que prácticamente sólo participaron opositores al concierto. La música de Wagner sigue siendo asociada en Israel a la ideología nacionalsocialista alemana. A fines de abril, el Centro Simon Wiesenthal había presentado una solicitud de interdicto provisorio contra la presentación del primer acto de la obra de Wagner por parte de la "Staatskapelle" de Berlín, dirigida por el argentino-israelí Daniel Barenboim. También el presidente israelí, Moshe Katsav, se pronunció en contra del concierto. El Festival de Israel es reconocido internacionalmente y cuenta con subvenciones estatales. Entre los solistas del concierto, que se celebraría el 7 de julio, figura entre otros el tenor español Plácido Domingo. El legislador Zeev Boim, del partido ultranacionalista Likud, acusó ayer a los organizadores de insensibilidad con respecto a los sentimientos de los sobrevivientes al Holocausto, de los cuales unos 200.000 viven actualmente en Israel. Shaul Jahalom, del Partido Nacional Religioso, comparó la representación de las obras de Wagner con la negación del Holocausto. "Después de todo, no sería ninguna catástrofe que el pueblo judío no represente a Wagner por varias generaciones", expresó delante de los legisladores. Durante décadas, la música de Wagner fue un tema tabú en Israel, entre otras cosas, porque era la que estaban obligados a escuchar los judíos en los campos de concentración nazis.
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