Parodiando al líder de Estados Unidos, George W. Bush, en un desfile de enormes muñecos en la Plaza de la Revolución de La Habana, millones de personas en toda Cuba participaron ayer en una de las mayores manifestaciones por el Día del Trabajador. El presidente Fidel Castro observó con una sonrisa la aparición de siete grandes muñecos con rostros inflados y envueltos en símbolos estadounidenses, que satirizaban a líderes de naciones que votaron para censurar a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra. Provocando las burlas de cientos de miles de personas que participaron en el acto central por el Primero de Mayo, el desfile de los pigmeos -nombrado así oficialmente- se burló primero de los líderes de Argentina, Canadá, Uruguay, Guatemala, Costa Rica y la República Checa. Comentarios satíricos emitidos por los altavoces acompañaban a los personajes. Por ejemplo, el presidente argentino, Fernando de la Rúa, "se graduó de lamebotas en Ginebra", y el presidente costarricense, Miguel Angel Rodríguez, fue calificado como "el más creativo de los pigmeos por tratar de clonar a Estados Unidos en Costa Rica". Eran repeticiones de recientes comentarios de Castro. En los últimos días, Cuba ha dejado a un lado la cautela diplomática en una furiosa respuesta a la votación en Ginebra. El espectáculo culminó, inevitablemente, con una caricatura del presidente Bush, contra cuyo gobierno "ultraderechista". Castro la había emprendido minutos antes en un discurso, condenando la propuesta Area de Libre Comercio de las Américas (Alca). Castro llamó a una revuelta regional contra un acuerdo que Cuba y otros opositores dicen que afianzará la dominación económica de los EEUU.
| |