Desde mañana, la Municipalidad de Capitán Bermúdez volverá a trabajar normalmente. El mismo día se celebrará la primera reunión en el marco de esta nueva ronda de negociaciones que durará tres semanas. Mientras tanto, la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo queda sin efecto, aunque volvería a regir de fracasar estas negociaciones. En principio, nadie quiere que así sea, pero en Capitán Bermúdez a nadie extrañaría que pasara. Por ejemplo, al párroco Salvador Yaco, un combativo sacerdote que siempre manifestó su apoyo a los "trabajadores, que son los más pobres e indefensos". Al abandonar la reunión de ayer a la mañana, el sacerdote fue consultado sobre el convenio y reflexionó: "Tenemos que esperar. La salida es lógica, racional y bastante justa, pero vamos a esperar que esto se cumpla. Ya hubo muchos acuerdos y la cosa nunca llegó a buen puerto. Esperamos que esta vez sea la última, la decisiva, sobre todo para el bien de la ciudad".
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