Gastón Gariboglio. Soltero. 12 años. Zurdo. Su ídolo es Enzo Francescoli. El año pasado ingresó a las divisiones inferiores de Newell's Old Boys. Jugó siete torneos de la liga local y salió goleador de su equipo en todos. Es un jugador que se destaca por su temperamento dentro de la cancha. Posee un excelente remate y un notable juego aéreo lo que le ha confirmado la fama de goleador en todos los torneos que participó. Carlos Alberto, su padre, ahonda un poco más en el perfil de Gastón: "Es un chico hiperactivo. Ama el fútbol y es muy disciplinado con respecto a horarios y todo. Pero en su vida particular, no es tan así", declaró con una sonrisa cómplice. -Con respecto al ofrecimiento que hacen por Gastón, ¿cuál es tu opinión como padre? -Pienso que a los chicos no los dejan crecer y que el dinero está por encima de ellos, cosa con la que no estoy de acuerdo. -¿Cómo fue que llegó la oferta a tus manos? -Lo vieron jugar a través de un video. Me ofrecieron dinero, pero no me interesa... aparte no es la primera vez que me lo ofrecen. Yo dejo que Gastón juegue y se divierta. Eso es lo que a mí realmente me importa. -Puede que no sea tu caso, pero la tentación de tanto dinero es mucha. -Tengo un buen trabajo y lo único que me interesa es que la criatura se desarrolle como niño jugando al fútbol y si el día de mañana tiene la suerte de llegar, o no, es cuestión de suerte o de la vida misma. -El caso de tu hijo es uno de los tantos que están danzando en este momento ¿No crees que la seducción de jugar en Italia, en la meca del fútbol mundial, puede llegar a inclinar la balanza en otros padres? -Creo que sí, porque la tentación del dinero es fuerte. Pero creo que hay que tener los pies sobre la tierra. En mi caso particular primero está la criatura. -Hablaste con tu hijo? -No, no le quiero comentar nada de esto. Ahora se va a Estados Unidos a jugar con un seleccionado de la Rosarina. Lo dejo que vaya a jugar, a pasear... El vive su mundo y lo que más le gusta es jugar al fútbol. -¿Qué mensaje le darías a otros padres? -Que primero piensen en las criaturas y no se dejen tentar por el dinero.
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