Haciendo un poco de historia, y repasando las últimas décadas donde la siembra directa se ganó el podio de las primeras innovaciones, el manejo del grano poscosecha, por medio del sistema de embolsado, forma parte de las tecnologías que se fueron adoptando con el objetivo de mejorar resultados económicos. Así, como las sojas del grupo IV y las RR marcaron huellas con su paso; el hecho de embolsar granos permitirá la resolución de un problema de logística, que hasta el momento, por capacidad y rentabilidad de los productores, bajo otra forma no estaba pensado. Nada mejor para el productor, que tener el cereal en su propio campo. Muchos más impactante cuando se entiende, que en establecimientos distantes a 500 kilómetros del puerto, es posible lograr un ahorro de fletes que puede significar un margen bruto de maíz cada cuatro años.
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