Año CXXXIV
 Nº 49.100
Rosario,
viernes  27 de
abril de 2001
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Los gladiadores
Central Córdoba clasificó jugando con dos hombres menos

Domingo Celsi

Central Córdoba consiguió el pasaporte para la segunda etapa del torneo reducido por un lugar en la máxima categoría del fútbol argentino, pero lo pagó demasiado caro. De cara al futuro los del Bocha Forgués prácticamente se quedaron sin Pablo Cantero y Ramiro Leone, además de las suspensiones que deberán purgar Alfredo Aira y José Zabala, lo que limita seriamente el futuro de los rosarinos en el campeonato. La excursión charrúa a la capital cordobesa no fue lo que todos pensaban. Durante la semana, Forgués y sus muchachos tuvieron la cabeza puesta en cómo iban a hacer para mantener la diferencia que habían cosechado en el primer juego, pero lo que nadie había pensado era en quedarse sin algunos de sus jugadores más valiosos y además tener que jugar casi sesenta minutos con sólo nueve hombres.
Fue un primer tiempo extraño. Córdoba perdió dos a cero en lesionados y dos a cero en expulsados, sin embargo el placard se cerró con un empate en un tanto y además estuvo a un minuto de irse a los vestuarios en ventaja. Encontrarle una explicación no resulta demasiado fácil, sin embargo el charrúa supo mantener el orden de los últimos partidos, aún con dos jugadores menos, y el nerviosismo y la ansiedad de Racing le jugaron a favor. Por eso Córdoba pudo mantener los cuatro goles de diferencia al cabo de los primeros 45 minutos.
Mientras eran once contra once y con Cantero en la cancha, los de Tablada llegaban mucho mejor armados que su rival, aunque no fueron muchas las veces que pisaron el área de Gustavo Caminos. Aun así, la más clara de los primeros minutos la tuvo Marcos Santos, cuando remató desviado después de una magnífica habilitación de Jeandet y con el arquero de Racing sin posibilidades de intervenir.
La lesión de Cantero tras un choque con Rezzónico obligó al Bocha Forgués a mandar a Leone con la intención de cubrir el hueco que dejaba la salida de la manija del equipo de la zona sur, pero Leone casi no jugó. Apenas tenía cinco minutos en el terreno de juego cuando el Negro Banegas decidió sacarlo de la cancha con un planchazo terrible que Raúl Bertinotti ignoró por completo no cobrando ni siquiera la falta que correspondía.
La partida de Leone obligó a rearmar el rompecabezas. El Tele Medina bajó unos metros y el uruguayo Zabala ingresó para acompañar en el tándem ofensivo. Lo hizo bien, pero sólo duró siete minutos. Marcó el gol de la ventaja, se sacó la camiseta para festejarlo y como ya tenía amarilla, Bertinotti lo mandó a las duchas. Algo así como toco y me voy.
Con la ventaja a favor y sólo nueve jugadores en la cancha, Córdoba se vio obligado a retroceder unos metros y Racing aprovechó para irse en busca de un empate, el que alcanzó cuando el primer tiempo se moría.
En la parte final Córdoba se puso el traje de guerrero y sólo hizo lo único que podía hacer, esperar que el tiempo pasara tratando de llevarse a casa el mejor resultado posible, aunque a esa altura ya poco importaba. La clasificación pasó a segundo plano, porque el dolor es más fuerte.



Celebroni remata entre dos cordobeses.
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