Tras meses de reflexión, Arnold Schwarzenegger decidió no presentarse como candidato republicano a gobernador de California, argumentando que su carrera cinematográfica y su familia son más importantes. "Tengo que ser desinteresado en ese punto y cuidar estas cosas", dijo el astro austríaco, y añadió: "Los proyectos cinematográficos se juntaron y tengo que mantener mi parte del trato". Aclaró, de todas maneras, que se trata simplemente de una postergación, y que cuando sus hijos sean mayores quizá sí intente el salto a la política. El actor, de 53 años, era un candidato atractivo no sólo por ser una celebridad sino por los millones de dólares que podría haber aportado a la campaña. Además, sus posiciones moderadas respecto del control de las armas y el aborto respondían a las de muchos votantes californianos.