Gustavo Conti
Hasta antes de comenzar el turno de la práctica vespertina de ayer, Julio Saldaña contaba con buenas posibilidades de volver al primer equipo, o al menos de estar en el banco de suplentes. Pero un mal movimiento y la reaparición del dolor en el tobillo lesionado en el partido con Almagro dieron casi por tierra con la ilusión del experimentado volante de volver en un partido tan trascendente, como el del fin de semana ante uno de los líderes del Clausura, River Plate. El plantel rojinegro entrenó en doble turno en Bella Vista y por la mañana la buena nueva era que Saldaña trabajó normalmente junto al resto de sus compañeros. En ese momento las perspectivas eran alentadoras y antes de la práctica vespertina, Ribolzi le confesó a Ovacion que tenía pensado dos o tres alternativas para constituir su equipo, teniendo en cuenta este posible regreso, como también la alternativa para reemplazar al suspendido Fabricio Fuentes. "Vamos a ver, tengo algunas cositas pensadas", expresó el Ruso, quien también barajaba la posibilidad de que Saldaña fuera al banco. "Si decidiera eso, Julio no tendría problemas. Es un tipo bárbaro que siempre piensa en el equipo". Esa variante no era descabellada, teniendo en cuenta que Ribolzi no se puso colorado al mandar a Manso entre los suplentes, o a Quintana, cuando Rosales le quitó el puesto cuando estaba lesionado. Pero las molestias de Saldaña en la práctica de la tarde le ahorraron trabajo al Ruso. El volante sintió molestias al girar mientras realizaba fútbol-tenis y debió salir para tratarse con el kinesiólogo Luis Craft. "De acuerdo con lo que charlé con el jugador y el médico, Julio está casi descartado", anunció el propio entrenador tras la práctica, por lo que ya no tendrá que pensar en cómo insertarlo entre los once, teniendo en cuenta las dos buenas actuaciones que cumplió el equipo sin él en la cancha. La otra gran incógnita que tenía Ribolzi permanece aún y es ¿cómo reemplazar a Fuentes? Una de las alternativas es que Grabinski se retrase en su función de doble volante central para cumplir el puesto del jugador suspendido, pero esta chance choca con el buen rendimiento que está cumpliendo la dupla Grabinski-Ponzio, la mejor receta que ha encontrado el técnico para disimular la ausencia de Bernardi. Por eso, las posibilidades son dos: o entra Vojvoda o Sebastián Domínguez (o tal vez Ruiz), en lo que sería un cambio directo, o Grabinski se retrasa e ingresa otro volante (¿Hure, Bono o Sánchez, o tal vez Almirón?) También habrá que ver si Ribolzi mantiene a Filippini entre los once o bien le restituye el lugar a Reasco, quien ya cumplió la suspensión. El Ruso tiene aún varias cosas por decidir, y tal vez en la mañana de hoy en el Coloso empiece a orejear las cartas. Eso sí, sin Saldaña.
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